México, 18 diciembre 2024.- (depositphotos) El sector público mexicano, dividido en dos grandes subsectores institucionales, ha experimentado importantes desarrollos en 2022, según el último informe.
El sector Gobierno general, dedicado a ofrecer servicios sociales a precios simbólicos o gratuitos, contrasta con las empresas públicas que venden bienes y servicios cubriendo sus costos de producción.
Este enfoque distinguido pone en relieve el papel crucial de los gobiernos estatales y municipales en la provisión de servicios no comerciales.
Un aspecto destacado del informe es el análisis del Valor Agregado Bruto (VAB) de la producción de servicios públicos. Este VAB, que incluye gastos en bienes y servicios, así como remuneraciones y impuestos sobre la producción, es un componente esencial en la valoración de servicios públicos.
El informe clasifica estos servicios en tres sectores económicos principales: actividades legislativas y gubernamentales, servicios educativos, y servicios de salud y asistencia social.
La participación de los gobiernos estatales y locales en la producción y distribución de bienes y servicios públicos se extiende a la inversión en infraestructura social.
Esta implicación se refleja en las cuentas corrientes y de acumulación, que registran transacciones distributivas y movimientos de préstamo/endeudamiento basados en flujos netos de activos financieros y no financieros.
El informe se fundamenta en el marco conceptual y metodológico del Manual del Sistema de Cuentas Nacionales 2008, una colaboración de varias organizaciones internacionales.
Con la actualización al año base 2018, se ha añadido un mayor detalle en las actividades productivas de los gobiernos estatales y locales, proporcionando una visión más profunda de la actividad económica y financiera del país.
El sistema completo de cuentas institucionales abarca desde la producción hasta la generación de ingresos, asignación del ingreso primario, distribución secundaria del ingreso, y la redistribución del ingreso en especie.
Esto proporciona una comprensión integral de cómo los gobiernos estatales y locales administran recursos y aplican diversas operaciones financieras.
Finalmente, el informe subraya la importancia de las fuentes de datos utilizadas, incluyendo presupuestos de entidades, cuentas públicas, y estadísticas de finanzas públicas, entre otras.
Estos datos son cruciales para comprender las operaciones comerciales y financieras que México realiza tanto a nivel nacional como internacional.