El Carmen, Guatemala, 31 Dic (Notimex).- La tranquilidad regresó a la frontera entre Guatemala y México, luego de los días convulsos de noviembre motivados por el arribo de caravanas formadas por miles de migrantes centroamericanos que buscaban llegar hasta Estados Unidos.
La llegada de las caminatas de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala, países del llamado Triángulo Norte Centroamericano, trastornó la normalidad de la vida en la zona fronteriza que comparten guatemaltecos y mexicanos.
La situación más grave por disturbios violentos se registró en la frontera de Tecún Umán, departamento guatemalteco de San Marcos, cuando cientos de migrantes intentaron entrar por la fuerza a territorio mexicano en Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Autoridades mexicanas al final permitieron el ingreso de migrantes centroamericanos, en forma ordenada y tras cumplir el registro de ley para la entrada a su territorio nacional.
En la frontera de El Carmen, municipio de Malacatán, departamento de San Marcos, continúa el habitual ajetreo de una localidad limítrofe con intensas actividades comerciales, aduaneras y de turismo.
Por este lugar, uno de los diez cruces fronterizos formales, a diario circulan miles de personas, sobre todo turistas guatemaltecos, que luego de cumplir un sencillo trámite ingresan a México por la frontera de Talismán, municipio de Tuxtla Chico, Chiapas.
Los triciclos, que hacen las veces de taxi para transportar a los visitantes hasta las oficinas de Migración de Guatemala y México, y los “cambistas”, a cargo de las transacciones de moneda en plena vía pública, que forman parte del paisaje habitual de El Carmen Frontera, realizan sus actividades con toda normalidad.
El puente internacional sobre el río Suchiate, límite natural entre las dos naciones, luce despejado y con un tránsito fluido de personas, pese a la temporada alta de vacaciones por Navidad y Año Nuevo.
La primera caravana de migrantes centroamericanos, una manera inédita del drama de la migración hacia Estados Unidos en busca de mejores horizontes de vida, salió el 13 de octubre pasado desde San Pedro Sula, Honduras.
Al grupo inicial se unieron personas de El Salvador y Guatemala, quienes ampliaron el número de integrantes de la caravana que emprendió una penosa caminata hasta la frontera con México.
Según analistas, entre diez mil y 14 mil personas integraron las caravanas de migrantes que se empeñaron, movidos por la pobreza y la violencia en el Triángulo Norte Centroamericano, recorrer todo México para llegar hasta Estados Unidos.
De las diferentes caravanas que cruzaron por México, unos dos mil 500 migrantes centroamericanos permanecen desde noviembre pasado en Tijuana, en la frontera norte mexicana, en espera de cumplir los trámites de asilo para ingresar a Estados Unidos.
Normalidad vuelve a frontera México-Guatemala, tras caravana migrante
31
de Diciembre
de
2019
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