México, abril (SEMlac).- Nueve millones de mexicanas de 12 años o más han sido víctimas de acoso digital con 13 tipos de acciones o ataques. Las principales víctimas tienen entre 20 y 29 años, seguidas por jóvenes de 12 a 19 años.
Los derechos vulnerados son: a la privacidad, a la intimidad, a la libertad de expresión y acceso a la información, y el de acceso a la justicia y garantías judiciales.
Así lo revelan los hallazgos del Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA), único en su tipo y que formó parte de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El informe La Violencia en Línea Contra las Mujeres en México fue elaborado por Luchadoras MX con otras organizaciones.
Explica el análisis que son "actos de violencia de género, cometidos, instigados o agravados, en parte o totalmente, por el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), plataformas de redes sociales y correo electrónico".
Establece que "el ciberacoso causa daño sicológico y emocional, refuerza los prejuicios, daña la reputación, causa pérdidas económicas, plantea barreras a la participación de las mujeres en la vida pública y puede conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física".
El rango de edad en que las mujeres son más vulnerables al ciberacoso es entre 20 y 29 años, seguidas por las jóvenes de 12 a 19.
Según Luchadoras MX, SocialTIC y la APC, existen 13 tipos de ataques digitales que pueden o no confluir: acceso no autorizado (intervención) y control de acceso; control y manipulación de información; suplantación y robo de identidad; monitoreo y acecho; expresiones discriminatorias; acoso; amenazas; difusión de información personal o íntima sin consentimiento; extorsión; desprestigio; abuso o explotación sexual relacionada con las tecnologías, afectaciones a canales de expresión y omisiones por parte de actores con poder regulatorio.
Se identificó que los desconocidos son los principales perpetradores de este tipo de violencia, con 86,3 por ciento, mientras que los conocidos ocupan el segundo lugar, con 11,1 por ciento. De este último grupo, 5,9 por ciento eran amigos; 4,5 por ciento, colegas o compañeros de clase; 2,2 por ciento, pareja o expareja, y 2,3 por ciento, un familiar.
Las principales acciones que tomaron las mujeres para reaccionar al ciberacoso experimentado fueron: bloquear a la persona, 26,3 por ciento; ignorar la situación, 26,3 por ciento; cambiar o cancelar su número o cuenta, 13,9 por ciento; informar a un tercero, 11,3 por ciento; confrontar a la persona, 5,6 por ciento; denunciar ante la autoridad, cuatro por ciento, y tomar otras medidas, 4,2 por ciento.
En 2017 se observaron, además, seis tendencias: odio viral cuando una denuncia en redes sociales detona ola de violencia en línea, expulsión y derribo de espacios de expresión, campañas de ataques organizados, extorsión bajo amenaza de difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, espionaje de Estado y campañas de desprestigio.
No actúa la autoridad
Danya Centeno, abogada de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), señala que "no es satisfactoria la respuesta de las autoridades, existe falta sensibilidad y no se aplica una perspectiva de género".
"Hemos encontrado que la violencia de género suele minimizarse, no se interpreta como si fuera real. Si es una amenaza en línea, mientras no trascienda al aspecto físico suele demeritarse", agrega Centeno.
En marzo de 2017, Luchadoras MX y La Sandía Digital registraron a partir de una encuesta los síntomas de daños a la integridad física, emocional y sicológica, resultado del ciberacoso, entre los que destacan: sudoración; náuseas; dolor de cabeza, espalda y estómago; falta o exceso de apetito; tensión corporal y llanto, así como pesadez en el cuerpo y autolesión.
También puede haber afectaciones nerviosas, estrés, angustia, ira, enojo, depresión, paranoia, confusión e impotencia. En el listado también figuran síntomas como miedo a salir, autorrestricción de movilidad, abandono de tecnologías y autocensura.
"De acuerdo con lo que documentamos, las agresiones que viven las mujeres en el entorno digital son mayores y tienen más impacto. Es violencia diferenciada porque la mayoría tiene carácter sexual o de género. Se ataca a las mujeres por salirse del rol al que se supone deberían apegarse, no es el mismo tipo de violencia", dice Danya Centeno.
En cuanto a la actuación de las autoridades, la abogada explica que no se puede conocer el panorama porque a la fecha no existen estadísticas oficiales.
El problema en cifras
Las modalidades más comunes de ciberacoso que padecen las mujeres son:
Spam o virus 23,7%
Recepción de contenido multimedia 13,8%
Llamadas telefónicas 13,5%
Contacto con identidad falsa 13,4%
Registro en sitios web 10,7%
Recepción de mensajes 9,7%
Robo de identidad 7,7%
Rastreo de sus sitios web 3,9%
Divulgación datos personales 3,2%
Robo de contraseñas 0,5%
Argelia Guevara
([email protected])
México: Nueve millones de mexicanas víctimas de acoso digital
02
de Abril
de
2018
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