México, 12 febrero 2024.- En un esfuerzo colaborativo por promover la Educación Integral en Sexualidad (EIS) entre los adolescentes, Reckitt en alianza con la Fundación México Vivo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (FEMESS), han lanzado la iniciativa "Con EIS, sí confío - Safeteen First".
Este proyecto, presentado en el museo Rufino Tamayo, busca alcanzar a más de 20,000 jóvenes mexicanos cada año, especialmente en comunidades vulnerables, a través de ferias educativas interactivas, actividades comunitarias, y recursos digitales accesibles las 24 horas del día.
Con una inversión superior a los 20 millones de pesos, equivalente a cerca de 1 millón de libras, Safeteen First aspira a hacer accesible la educación sexual integral y contribuir así a la prevención de embarazos no deseados y al fomento de relaciones saludables entre los adolescentes.
La iniciativa no solo se enfoca en la prevención, sino que también abarca aspectos fundamentales como el autoconocimiento, el respeto por la diversidad y el desarrollo de habilidades comunicativas, con el fin último de empoderar a los jóvenes para que tomen decisiones informadas y conscientes sobre su salud sexual.
David Romero, General Manager para México y Centroamérica en Reckitt, destacó el compromiso de la empresa por empoderar a la juventud mexicana y construir un futuro donde la educación en sexualidad sea una herramienta clave para su desarrollo.
Por otro lado, H. Rodrigo Moheno, líder de la Fundación México Vivo y presidente de FEMESS, resaltó la importancia de Safeteen First como un paso esencial hacia la creación de oportunidades y la transformación positiva en la vida de los adolescentes y jóvenes mexicanos.
Alanna Armitage, representante del UNFPA en México, enfatizó el desafío global que representa el embarazo adolescente, especialmente en América Latina y el Caribe, donde uno de cada cinco partos involucra a mujeres menores de 20 años.
La iniciativa busca abordar esta problemática ofreciendo una educación sexual inclusiva y basada en evidencias, que involucre tanto a los adolescentes como a sus cuidadores y comunidades, creando entornos de apoyo y confianza que faciliten el diálogo y la educación en temas de sexualidad.