Benemérito de las Américas (México), 18 feb (EFE).- Unos 2.000 indígenas choles, tzotziles, tojolabales y zoques marcharon este jueves en el municipio mexicano de Benemérito de las Américas, en el suroriental estado de Chiapas, para denunciar la contaminación que generan dos procesadoras de aceite de palma asentadas en los márgenes de la Selva Lacandona y cerca de dos ríos.
Los indígenas caminaron 10 kilómetros hasta el parque central de esta ciudad, frontera con Guatemala, donde celebraron una misa.
Los manifestantes, hombres y mujeres, portaban banderas y pancartas exigiendo al Gobierno federal la cancelación o suspensión de las operaciones de las empresas Agroimsa y Aceite Sustentable, por contaminación ambiental.
Señalaron que desde hace más de cinco años interpusieron denuncias ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para exigir "que se inspeccione la operatividad" de estas dos empresas pues creen que no tiene los permisos para operar en la región, entre ellos el de impacto ambiental.
Tras la marcha llevaron a cabo un foro donde dieron fe a través de fotografías del deterioro que viven los cultivos propios de la región, pozas de agua y ríos secos, esto debido al cultivo de la palma.
Además, señalaron que el manto freático está contaminado por los fertilizantes que ocupan y señalaron que el desecho del fruto de la palma es otro contaminante que "no es manejado correctamente".
Entre las demandas de los indígenas al Gobierno mexicano están la petición de seguridad, salud y educación, que por años han solicitado, además de un control ambiental efectivo.
"Son preocupantes los resultados, después de 30 años de que trajeron el proyecto del monocultivo de palma africana, ríos como el Usumacinta y el Lacantún se están contaminando, el ganado muere y los manantiales se secan", dijo José Pérez Espinoza, un agricultor afectado.
La siembra de la palma africana ha traído muchos problemas para los habitantes de esta zona.
Además, relataron que varios "políticos han comprado tierras a bajo costo para sembrar esta palma, los animales salvajes ya se han ido, antes se veía al mono saraguato y al tigrillo, pero ya no hay más", expresó a Efe Francisca González Gutiérrez, habitante de la comunidad de Chajul, una de las afectadas.
El estado de Chiapas es el principal productor de palma africana en México, con aproximadamente 64.000 hectáreas sembradas, según cifras de la Secretaría del Campo del estado.
El defensor de derechos humanos de la parroquia de Benemérito de las Américas, José Luis Espinosa Pérez, sostuvo que después de cinco años de lucha, las empresas productoras Aceite Sustentable y Agroimsa, fueron subiendo de 80 centavos al precio actual de 4.80 pesos por kilogramo de coco.
Afirmó que ambas empresas "explotan a los más de 800 trabajadores que laboran en dos o tres turnos, sobre todo a los guatemaltecos que viven en esta zona fronteriza; emplean a muchos guatemaltecos para tener obra de mano barata y no tienen contrato colectivo de trabajo, les pagan lo que quieren, sin seguridad social. Si tienen accidentes no los indemnizan".
Además, el defensor lamentó que las empresas perjudiquen el medio ambiente "una zona bella de la Selva Lacandona, todo lo están destruyendo y están deteriorando la biodiversidad".