México, julio (SEMlac).- (depositphotos) En nueve años, según el gobierno, disminuyó en 30 por ciento el embarazo en adolescentes, al pasar de 76 a 50 por cada 1.000 adolescentes, gracias a la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enpea), creada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
La cifra oficial, conocida la pasada semana en la Secretaría de Gobernación, contrasta con los informes del Instituto Nacional de Salud Pública, que reportó hace un año - para 2023- 60 embarazos infantiles por cada 1.000 adolescentes, diez más de lo dicho, para el mismo año.
Y las investigaciones de Amada Rubio Herrera, de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), difundidas también la semana anterior, indican que no se ha atendido el problema.
Todo ello a pesar de que, en mayo de 2019, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) desapareció el programa llamado Proequidad, que sólo en 2018 benefició a 172 organizaciones civiles con proyectos enfocados en el fortalecimiento de liderazgos de mujeres, prevención del embarazo adolescente, promoción los derechos de las mujeres, derechos sexuales y reproductivos, reducción de brechas de género en comunidades indígenas, prevención de la violencia política de género, principalmente.
Mucho tiempo después, se dijo que el dinero de Proequidad - que era para organizaciones civiles- se canalizó a los estados de la República, precisamente para prevenir el embarazo en adolescentes.
Poco, muy poco dinero, para Guerrero, me dijo Maira Martínez Pineda, en 2019, secretaria de la Mujer en esa entidad. La entidad donde se vende a las niñas y tiene el primer lugar en embarazo temprano, por esa razón.
Y este año pregunté a Gabriela Bernal Reséndiz, actual secretaria de la Mujer del Estado de Guerrero, sobre esos fondos y dijo "hoy la entidad no recibe nada del gobierno federal". Lo dijo al cerrar la Ciudad de las Mujeres, y "apenas", se "verá qué hacemos con tantas niñas madres", afirmó, que las cifras no bajan.
Lo cierto es que hasta hoy México ocupa el vergonzoso primer lugar de embarazo en la adolescencia entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
En Gobernación se dijo que, como parte de los resultados registrados entre 2015 -año en que comenzó a operar en el país la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) - y 2023, se observa una reducción del 30 por ciento de la tasa específica de fecundidad de adolescentes de México, al descender de 76 a 50 nacimientos por cada 1.000 adolescentes
Esos datos se conocieron el pasado miércoles en la Secretaría de Gobernación (Segob) donde sesionó la Asamblea del Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Gipea), a la que acudieron los integrantes de instituciones federales y estatales encargadas de las tareas en esta materia.
En el boletín del Inmujeres se dijo que dialogaron y conocieron un corte de avances y retos a futuro de cara al término de la actual administración.
La mesa de trabajo de ese día estuvo encabezada por el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, Arturo Medina Padilla, junto a la presidenta del Inmujeres, Nadine Gasman Zylbermann, y la titular de la Secretaría General (SG) del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez Ramírez.
El subsecretario aseguró que la Enapea se desarrolla para atender esta difícil problemática y diseñar en conjunto políticas públicas que incidan en la prevención de los embarazos adolescentes, con estricto apego y respeto a los derechos humanos de las niñas y las adolescentes, sobre todo, en lo relacionado a sus derechos sexuales y reproductivos.
"Para el 2030, se ha propuesto como meta número uno, erradicar los nacimientos en las niñas y las adolescentes entre 10 y 14 años, y la segunda meta es reducir la tasa de fecundidad en adolescentes entre 15 y 19 años", dijo.
Para el cumplimiento de ambos propósitos, agregó, "creo que es claro que la principal respuesta es la educación integral en sexualidad, plantear esta educación como un derecho humano de las niñas y las adolescentes, que todas y todos debemos impulsar, difundir, promover y garantizar".
Medina Padilla enfatizó la importancia de trabajar por desburocratizar la atención a la violencia sexual y garantizar que no exista impunidad, "tratándose de adolescentes y de niñas, el embarazo no es un problema de ellas, es un problema de todas y de todos."
Reconoció que, pese a que se ha avanzado, hay mucho trabajo por hacer, y entre esas tareas está erradicar el embarazo en niñas y adolescentes menores de 15 años, eliminar las uniones y matrimonios infantiles forzados y la violencia sexual que, con mayor prevalencia, se presenta en población en situación de vulnerabilidad.
Por su parte, la presidenta del Inmujeres dijo que en este gobierno de la Cuarta Transformación se fortaleció la Enapea, pues la prevención del embarazo adolescente es una prioridad.
"Hoy, reforzamos nuestro compromiso interinstitucional para erradicar esta problemática y garantizar el respeto a los derechos y el desarrollo integral de nuestras niñas y adolescentes. Desde Inmujeres, participamos activamente sumando esfuerzos para asegurar un desarrollo pleno y libre de nuestras jóvenes", expresó.
También, destacó, se ha trabajado de manera importante para poder conformar grupos estatales de prevención del embarazo adolescente. "Promovimos el trabajo regional, en los Gipea, hemos promovido la conformación de 348 grupos municipales para la prevención del embarazo adolescente, que es un tema central desde el Inmujeres".
La secretaria general del Conapo destacó la mancuerna entre el consejo e Inmujeres para el desarrollo de esta estrategia nacional. En ese sentido, afirmó que, si bien existen avances a nueve años de que arrancó la Enapea, especialmente en estos últimos cinco años se tienen avances mucho más grandes "y es, sin duda, el producto de las acciones coordinadas".
El encuentro en el salón "Revolución" de la Segob fue la segunda reunión extraordinaria de la asamblea del Gipea de este año. Participaron la secretaria ejecutiva del Inmujeres, Patricia Estela Uribe Zúñiga; la encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva (SE), del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), María Constanza Tort San Román; y la Oficial Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Adolescentes y Grupos Vulnerables, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Gabriela Rivera, así como integrantes del Comité Ejecutivo del Gipea; personas servidoras públicas de los 34 entes públicos que participan en el Gipea; representantes de grupos estatales para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Gepea); de la academia y de organizaciones de la sociedad civil.
Diferencias en cifras y escasa información concreta
Este mayo, el Instituto Nacional de Salud Pública publicó para 2023, - la cifra dada en Gobernación- que no son 50, sino 60 de cada 1.000 adolescentes de 15 a 19 años quienes tuvieron un embarazo.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2022 documentó que una de cada cinco niñas y adolescentes de 12 a 19 años inician su vida sexual y una tercera parte de ellas vivió un embarazo.
Al respecto, la investigadora Amada Rubio dijo que la ocurrencia de embarazos tempranos no es exclusiva de un estado o una localidad de México, se trata de un fenómeno que ocupa los primeros lugares en el territorio nacional.
La especialista del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam expresó que cada año en el país se reportan más de 10.000 casos en menores de 15 años, los cuales, casi siempre, guardan relación con algún tipo de violencia.
También dijo que según que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco Mundial, México es el sexto país en América Latina (AL) y el Caribe por tasa de embarazos tempranos, con 71 nacimientos por cada 1.000 adolescentes, en promedio; lo superan Nicaragua y Honduras, entre otras naciones de la región.
La pregunta es quién dice la verdad.