México, 2 Junio 2024.- María Estela Acevedo optó por dejar de hablar de política, sobre todo en su casa, donde ha enfrentado "muchos enojos", cuenta momentos después de votar en las elecciones presidenciales de este domingo en México.
"Ha habido muchos enojos o muchos distanciamientos por los partidos políticos", dice visiblemente harta Acevedo, de 41 años, en la casilla de votación de un barrio popular de Ciudad de México.
A diario, añade, tiene que lidiar con discusiones sobre los comicios en los que dos mujeres contendieron por la presidencia: la científica de izquierda Claudia Sheinbaum y la senadora de centroderecha de raíces indígenas Xóchitl Gálvez.
Además de la violencia que segó la vida de una treintena de candidatos, la campaña estuvo marcada por una fuerte polarización impregnada de acusaciones entre ambas aspirantes, atestiguaron votantes entrevistados por la AFP.
- "Como en el fútbol" -
Con las urnas de fondo instaladas en una escuela pública del barrio Peralvillo, sin áreas verdes y solo una cesta de baloncesto, Acevedo asegura que las discrepancias políticas separan a familias y vecinos.
En su barrio, casi sin árboles ni alumbrado público, pero con decenas de talleres mecánicos e indigentes, los programas sociales del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador llegan a muchos hogares.
"Puedo ver que hay gente que tiene hasta tres tarjetas de ayuda, seis tarjetas", comenta la mujer, en referencia al medio empleado por el gobierno para entregar las ayudas directas a personas de la tercera edad, discapacitados y jóvenes.
Por eso cuando se presentan discusiones sobre la situación política, ella responde: "Mejor lo dejamos así", apunta Acevedo, quien prefirió no revelar su voto.
Las polémicas son tan acaloradas "como en el fútbol", no solo en familia o con vecinos, sino en las redes sociales, añade Acevedo, quien trabaja en una entidad pública. Por ejemplo, "tú dices algo de AMLO (iniciales del presidente) y la gente te ataca".
Analistas como Jorge Zepeda Patterson consideran que López Obrador asumió la "polarización como recurso político", con un "verbo beligerante" contra adversarios entre los que se cuentan políticos, empresarios y un sector de la prensa tradicional, que lo critican con dureza.
"Ha sido muy eficaz para generar una noción del adversario que son las mafias del poder, con lo cual cualquier acusación en su contra se convierte en una agresión de los malos", señaló el también escritor a la AFP.
- Falsas divisiones -
Daniela Pérez, de 30 años, gerente en una empresa de logística, votó por Xóchitl Gálvez en parte porque rechaza "esta división que se ha generado aún más de los ricos, los fifís (burgueses), los chairos (como se llama despectivamente a los seguidores de AMLO)", impulsada a su juicio por el oficialismo.
López Obrador popularizó el término "fifí" para desdeñar a grupos que considera enemigos de la "cuarta transformación", como llama a su proyecto político.
Al salir de un puesto de votación habilitado en la calle capitalina Presidente Mazaryk, comparada a menudo con la Quinta Avenida de Nueva York, Ezra Cherem, empresario del sector de la construcción de 64 años, ve una manipulación detrás de las airadas diferencias ideológicas entre mexicanos.
"Tratan los políticos de hacerle sentir a la gente que por venir de distintas clases sociales estamos peleando por distintas cosas y eso no es cierto", reclama Cherem cerca de joyerías de alta gama como Tiffany y Cartier, donde un pequeño perro pasea en un automóvil de juguete con gafas oscuras.
- Acusaciones -
El pasado 13 de mayo, la autoridad electoral mexicana ordenó editar videos de un debate presidencial para eliminar acusaciones de Xóchitl Gálvez contra Sheinbaum.
Gálvez señaló a su rival de "narcocandidata", lo que a juicio del Instituto Nacional Electoral (INE) podría constituir una "calumnia" e influir en la elección.
Por su parte Sheinbaum, que sistemáticamente evitó mirar a Gálvez durante los tres debates obligatorios, la llamó en varias ocasiones candidata "corrupta".