Y si bien en la mayoría de los casos se puede prescindir de este artículo, por alguna razón éste aparece prácticamente en cada bebida, por lo que depende de cada persona el decidir si contribuye al cuidado del medio ambiente, evitándolo, o sigue afectando el planeta con las también llamadas pajillas que provocan la muerte de cientos de especies en tierra y mar.
Ante esta situación, por los océanos, las playas, los animales, por todo ser vivo, la Secretaría de Medio Ambiente puso en marcha una campaña para que cada persona diga “sin popote está bien”, al pedir una bebida y salvar así los mares, o disminuir por lo menos, los ocho millones de toneladas métricas de basura plástica que reciben cada año.
Esa es la misión que encabeza el titular de la dependencia, Rafael Pacchiano Alamán, quien afirmó que de seguir con ese ritmo de emisión de basura, el Pacífico será tan famoso por sus islas plásticas como por sus islas paradisíacas, por lo que el momento ahora es de actuar tanto a nivel personal como desde la comunidad y el gobierno.
En el número 17 de la revista digital Nuestro Ambiente, correspondiente a mayo de este año, el funcionario federal hizo hincapié en que “es la hora de asumir que el futuro de los océanos depende de nuestras acciones, por más simples que sean”, y un buen punto de arranque para todos, es decir “sin popote está bien” cada vez que se pide una bebida.
Quizá cada persona tenga diversos motivos por los que prefiera usar un popote, pero el daño que causa este material a los mares tiene un efecto en todo el mundo. Se trata de concientizar a todos de la importancia de salvar a decenas de especies de peces, aves y tortugas que mueren a causa de las concentraciones de plástico en su hábitat.
Este pequeño tubo de plástico, que tan sólo se usa unos minutos, puede permanecer en el mundo más de 100 años antes de degradarse. Lo que implica mucho daño para especies que los ingieren pensando que se trata de alimento.
“Una masa flotante de plástico, más grande que México, fue descubierta el año pasado en el Pacífico Sur. No es la primera. En el hemisferio norte de este océano hay otra muy similar”, expuso Pacchiano Alamán en el texto de la revista ambiental de la Semarnat.
La crisis ambiental global que estamos viviendo lleva décadas, e incluso el tema de las “masas flotantes” de plástico tienen una referencia directa en el tercer disco de estudio del grupo Gorillaz, titulado “Plastic Beach”, lanzado en 2010.
De acuerdo con el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, en 1950, con una población de dos mil 500 millones de habitantes, el mundo produjo 1.5 millones de toneladas de plástico; el pasado año, con una población de más de siete mil millones, se produjeron 300 millones de toneladas, con graves consecuencias para las plantas y los animales marinos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó la campaña #MaresLimpios, cuyo objetivo al 2022 es la eliminación de los productos plásticos que generan 90 por ciento de la basura oceánica del planeta: las microperlas utilizadas en productos cosméticos y el uso excesivo de plásticos de un solo uso, como el popote.
La iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dada a conocer este año hace un llamado a los gobiernos para que se reduzca el uso de plásticos, así como a las industrias a utilizar nuevos componentes en sus productos, pero también a las personas a cambiar sus hábitos.
Este año la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, este 5 de junio, tiene como tema principal “Un planeta sin contaminación por plásticos”, y el eslogan es “Rechaza lo que no puedes reusar”.
En este marco organizaciones internacionales también han reforzado sus estrategias para tener mares limpios; la ONU Medio Ambiente ha enlistado cinco objetos que las personas no necesitan en su vida: los popotes, vasos para café, bolsas con cierre para sandwiches, bolsas de plástico de asas y botellas de plástico.
En México, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, con lo que dio un paso muy importante para sumarse a esta causa e intentar hacer más grande el esfuerzo contra la contaminación, con ayuda de empresarios.
Aunque falta que sea aprobada en el Senado, esta reforma legislativa pretende reducir el uso de popotes, sin prohibirlos, con apoyo de establecimientos que venden alimentos y bebidas, para que los proporcionen exclusivamente a los clientes que lo soliciten.
Mientras tanto, el fin de la campaña emprendida por Semarnat es que al ver de nuevo un pequeño popote, las personas sean más conscientes del daño que podrían causar no sólo a la fauna marina y a los ecosistemas en el presente, sino también durante más de 100 años, al futuro del planeta.
Durante la semana del 5 de junio, los Estados miembros y representantes de la sociedad civil se reunirán en la sede de la ONU en Nueva York para la Conferencia Oceánica.