México, 5 enero 2024.- En 2022, Overhaul monitoreó el robo de carga en siete países de América Latina, identificando patrones consistentes con el año anterior.
Los grupos delictivos continúan empleando tácticas de sorpresa, interceptando vehículos en tránsito o intimidando a los trabajadores de la cadena de suministro durante la carga o descarga de bienes.
Estos grupos suelen retener a los conductores durante tiempos prolongados para dificultar la recuperación de la mercancía por parte de las empresas y autoridades.
Se observó un cambio en la distribución geográfica de los robos, con un aumento en Chile, Colombia y Costa Rica, y una disminución en Argentina.
En México, se está viendo una diversificación de métodos delictivos, mientras que en Brasil se reporta un crecimiento en el uso de tecnologías que entorpecen los esfuerzos de recuperación de los bienes robados.
Análisis Detallado de México:
En México, los puntos críticos para el robo de carga se sitúan en las regiones centro y sureste del país. Hubo un incremento del 1.3% en el número total de robos en 2022 en comparación con 2021.
Los estados de México y Puebla acumularon más de la mitad de los incidentes, seguidos por Guanajuato y Jalisco, que se destacan en la región occidental.
Un análisis espacial revela que el 68% de los robos se produjeron en sólo el 9% del territorio, evidenciando una concentración de la actividad criminal en áreas con alta conectividad carretera.
En promedio, se registraron 56 robos de carga diarios en México, con una tendencia de los criminales a actuar en días laborables, especialmente entre martes y jueves, que acumularon el 54% de los eventos.
La franja horaria de mayor riesgo es de 5:00 am a 12:00 pm, concentrando el 42% de los robos.
Para el primer trimestre de 2023, se reportó un aumento del 8% en robos de carga en comparación con el mismo periodo del año anterior. Se proyecta que la cifra total para 2023 superará ligeramente la de 2022.
Los productos de alimentos y bebidas continúan siendo los más afectados debido a su alta demanda y facilidad para ser vendidos en mercados informales.
De esta manera se establece que el robo de carga en América Latina representa una amenaza significativa para la seguridad y la eficiencia de las cadenas de suministro.
Las empresas y las autoridades deben estar alertas y adaptarse continuamente a las cambiantes tácticas del crimen organizado para mitigar los riesgos y proteger los bienes transportados.
La colaboración entre sectores y países será esencial para enfrentar este desafío y asegurar un entorno comercial más seguro.