Ciudad de México, 8 sep (EFE).- Las comisiones unidas de Justicia y Estudios Legislativos del Senado mexicano, con una mayoría de senadores del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aprobaron este miércoles, sin cambios, la reforma que traslada el control operativo, administrativo y financiero de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El documento, que propone reformar diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; Ley de la Guardia Nacional; Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, y la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos es posible que se discuta el jueves en el pleno del Senado.
Tras una discusión de casi cuatro horas, la comisión de Justicia aprobó el dictamen con nueve votos a favor y ocho en contra y la de Estudios Legislativos segunda, lo aprobó con nueve a favor y cinco en contra.
La senadora Olga Sánchez Cordero expuso que con estas modificaciones se prevé una coordinación entre las diversas instituciones de seguridad, "para fortalecer un nuevo paradigma, ya que se consigna la tutoría de la Sedena en el crecimiento sano, de la que debe ser la principal institución de seguridad pública en México, que es la Guardia Nacional".
Además, subrayó que el proyecto propone una fórmula equilibrada para la participación coordinada de la Sedena y la Guardia Nacional, pues "establece reglas claras", en el funcionamiento de ambos cuerpos de seguridad.
Esto, con una estricta y clara separación y delimitación de las dependencias involucradas, para garantizar la protección de la Guardia Nacional frente a intereses ajenos a su misión constitucional.
En contra, la senadora Claudia Ruiz Massieu, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que esta reforma "será contraproducente, pues se desvirtuará la función constitucional de las Fuerzas Armadas y se perderá la confianza para alcanzar acuerdos en el Senado".
La iniciativa, aprobada el sábado pasado en la Cámara de Diputados, trasladaría el control de la Guardia Nacional, principal institución civil de seguridad pública del Gobierno federal y creada en 2019, a la Sedena, encargada del Ejército mexicano.
El martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó realizar una consulta popular para que la ciudadanía decida si quiere mantener a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública y evaluar a la Guardia Nacional cuando pase a control militar.
Además, el mandatario respaldó la propuesta del PRI de mantener al Ejército en las calles hasta 2028, aunque la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional en 2019 establece que los militares deben volver a los cuarteles en 2024.
La actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad ha causado polémica en México por afrontar acusaciones de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y uso desproporcionado de la fuerza.
Apenas la semana pasada, una niña de 4 años, Heidi Mariana, murió a causa de una bala perdida del Ejército en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la frontera norte de México, según denuncias de su familia.
Pero López Obrador, quien en campaña prometió devolver los soldados a los cuarteles, ahora justificó el uso de los militares en tareas de seguridad para enfrentar el crimen.