Así lo han destacado especialistas y organismos comprometidos con los recursos naturales a nivel mundial, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, cuyas celebraciones principales tendrán lugar en India bajo el lema “Un planeta #SinContaminación por plásticos”.
En América Latina y el Caribe, las celebraciones tendrán su capital regional en Perú, uno de los primeros países en unirse a la campaña "Mares Limpios de ONU Medio Ambiente", que busca reducir drásticamente la contaminación por plásticos en los océanos.
Y es que, muy a pesar de los esfuerzos que se han realizado para revertir los daños generados por tirar basura plástica tanto en tierra como en mar, el daño generado por el inadecuado manejo del plástico, desde que inició su uso comercial en la década de los años 50.
De acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Medio Ambiente, cada año el mundo usa 500 mil millones de bolsas de plástico; y cada año, al menos ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, el equivalente a la descarta de un camión de basura cada minuto.
En la última década hemos producido más plástico que en todo el siglo pasado; el 50 por ciento de ese material que usamos una sola vez y lo desechamos; cada minuto se compran un millón de botellas de plástico; y el plástico constituye el 10 por ciento de todos los residuos que generamos.
Como consecuencia de todo ello, hoy en día existen cinco islas de plástico flotante, dos de las cuales se encuentran en el océano Atlántico (una al norte y otra al sur); dos en el Océano Pacífico (de hecho hay datos que especulan que ya son dos en el Pacífico Norte y una en el sur) y una más en el Océano Índico.
En dichas manchas de plástico se calcula que existen más de cinco trillones de piezas de plástico, de acuerdo con datos revelados por la organización internacional The Ocean Cleanup, y que al año son alimentadas con cerca de 1.15 a 2.41 millones de toneladas de plástico que ingresan al océano desde los ríos.
Desde luego, hay que agregar la basura plástica generada en las costas por el turismo de todo el mundo y las artes de pesca desechadas por los pescadores alrededor del globo terráqueo.
La misma organización, en su portal de Internet www.theoceancleanup.com, ha destacado que la isla de plástico más grande se ubica actualmente en el Pacífico Norte, entre California y las islas de Hawaii, a 32 grados al Norte y 145 grados Oste.
Su actual tamaño se calcula en 1.6 millones de kilómetros cuadrados, lo que ya equivale a tres veces el tamaño de Francia, y entre los desechos que se concentran en el lugar se han encontrado incluso cajas de plástico para refrescos que datan de 1977.
De hecho, entre los desechos plásticos encontrados se encuentra una variedad de desechos que por sus tamaños han sido ya catalogados en cuatro grupos: microplásticos, de 0.05 a 0.5 cenentimetros; mesoplásticos, de 0.5 a 5 centímetros; macroplásticos, de 5 a 50 centímetros; y megaplásticos, que superan los 50 centímetros.
Pero a ello se suman nuevos datos que revelan la existencia de plástico que no flota, constituido principalmente por PET y cuyo producto principal son las botellas de refresco que hoy han comenzado a afectar también el fondo del mar.
Por si fuera poco, los efectos generados por la basura plástica afectan actualmente a millones de animales de más 370 especies en el mundo de manera, que hoy más de un millón de aves marinas y más de 100 mil mamíferos marinos y tortugas cada año mueren por comer o quedar atrapados en plástico.
Según datos de la organización no gubernamental internacional “El Plástico Mata”, desde el plancton microscópico, pasando por cóndores, albatros, camellos, tortugas marinas, ballenas, incluso peces en la base de la cadena alimentaria de la que dependemos, sufren una muerte cruel y agónica por culpa del plástico.
Los ejemplos más claros lo revelan cientos de videos que a diario son subidos a las redes sociales del mundo demostrando focas, tortugas, gaviotas, pelícanos, ballenas, tiburones, con los estómagos llenos de plástico o sus cuerpos cortados y deformados por estos desechos.
Debido a que el plástico puede durar hasta mil años, según su consistencia, se ha convertido en un contaminante que puede incluso prevalecer por siglos dentro de nuestros organismos al consumir carne o frutos contaminados con plástico.
Esta contaminación, según investigaciones hechas por esta ONG, se debe a que, con el paso del tiempo, el plástico no se desintegra, sino que se fragmenta hasta llegar a partículas microscópicas y acumulan sustancias tóxicas, por lo que terminan por ser comidas incluso por el plancton, afectando a toda una cadena alimenticia.
Ante toda esta serie de problemas, el Día Mundial del Medio Ambiente se ha convertido este año en el marco ideal para replantear los retos del manejo y disposición correcto del plástico, así como las acciones urgentes a llevar a cabo para revertir este problema.
Para ello, se ha lanzado la campaña “Beat Plastic Pollution” y que consiste en dar la vuelta al uso de los artículos desechables por los reutilizables, con lo que se evitará dejar de tirar vasos, platos, cucharas, popotes, bolsas y otros utensilios que normalmente se usan por breves instantes para terminar en la basura.
El Día Mundial del Medio Ambiente es un evento global liderado por ONU Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio en miles de comunidades de todo el mundo.
Desde sus inicios, en 1972, ha crecido hasta convertirse en una plataforma global de alcance público, ampliamente replicada en todo el mundo.