México, 26 Ene (Notimex).- América Latina debe integrarse, abrirse a la innovación y respetar a las minorías sexuales para no sucumbir en la mediocridad y la marginalidad internacional, aseveró Carlos Ominami, presidente de la Fundación Chile 21.
Durante el segundo día de trabajos del Segundo Encuentro Internacional de la Izquierda Democrática “Retos Globales para la Democracia” que se lleva a cabo en Monterrey, Nuevo León, planteó que el proceso de integración “es insoslayable” porque ya no hay soluciones individuales, incluso para un país tan grande como Brasil.
“No hay alternativa, es difícil, tenemos que reunir las condiciones políticas que permitan avanzar en esa dirección porque de otra forma podemos terminar instalándonos en la mediocridad y en la gran marginalidad internacional", señaló.
Durante la conferencia magistral que ofreció en el Teatro de la Universidad de Monterrey, Ominami llamó a construir una opción frente a la crisis del neoliberalismo “que vaya más allá de los postulados de las izquierdas tradicionales”.
Indicó que “en América del Sur, es fundamental que nos integremos, si no nos integramos valemos muy poco y todo lo que estamos diciendo puede terminar siendo letra muerta”.
Para el también economista y político se requieren políticas profundas, con sistemas políticos más flexibles, más horizontales, dado que el “presidencialismo que impera en nuestro país en ocasiones termina matando la democracia”.
Expuso que en el sistema presidencial se toman un conjunto de decisiones a nombre del presidente o la presidenta, pero finalmente son la burocracia, son instituciones que no reposan en la soberanía popular, las que terminan tomando esas decisiones.
En ese sentido, dijo, “hay que plantearse seriamente la interrogación respecto de la necesidad de superar ese nivel de presidencialismo que finalmente es una herencia del caudillismo latinoamericano, es una mala herencia del caudillismo latinoamericano”.
En materia de innovación consideró que las izquierdas deben reconciliarse con ésta, con el emprendimiento e incluso destacó la importancia de que “el progresismo construya un pensamiento más estructurado respecto de lo que significa la empresa en el siglo XXI”.
Para Ominami, la sociedad debe trazar una muralla China entre economía de mercado y sociedad de mercado.