Es en este espacio donde “vemos con más claridad los prejuicios y estereotipos sobre los cuales se fundamentan tratos discriminatorios”, como la violencia hacia y la exclusión de ciertos grupos de la sociedad, dijo la Presidenta de Conapred, Alexandra Haas Paciuc.
Destacó que ni siquiera se puede hablar de discriminación hacia minorías, porque si se suman los grupos de las mujeres, personas indígenas, afrodescendientes, adultas y adultos mayores y personas LGBTI, “son la mayoría”.
Por eso, Haas consideró “una muy central estrategia” establecer relaciones con empresas como Twitter, que en su opinión, es una red social muy utilizada en México.
Por eso, Conapred prestará una colaboración técnica, asistiéndole a Twitter para analizar los discursos y poder determinar cuáles tienen contenido discriminatorio, y cuáles no.
La segunda estrategia de parte de Conapred serán iniciativas para “inundar la red de contra narrativas” y discursos no discriminatorios. Como ejemplo, presentó el Movimiento Sin Odio, que tiene como objetivo contrarrestar expresiones de odio en medios digitales.
Esta red está dirigida especialmente a jóvenes y visita por ejemplo universidades para discutir con estudiantes sobre el discurso de odio.
El Director de Políticas Públicas para Twitter en América Latina de habla hispana, Hugo Rodríguez Nicolat, elogió la cooperación con Conapred, que se llevó a cabo a iniciativa de la misma empresa.
Ambos dirigentes destacaron que es muy difícil identificar el discurso de odio ya que las expresiones siempre se tienen que contextualizar, por ejemplo, hay palabras que se consideran ofensivas en un país latinoamericano, y en otro no.
Rodríguez resaltó que Twitter como compañía nació para democratizar la palabra y “en su DNA está defender la voz de los usuarios para que puedan compartir su punto de vista.”
Sin embargo, alrededor de todo el mundo, las redes sociales se han topado con la necesidad de restringir expresiones que violan los Derechos Humanos o presentan un delito.
Estos temas de abuso serían abarcados por las reglas de Twitter, dijo Rodríguez. “Es quizás para muchos una sorpresa que existan en las plataformas digitales pero las hay.”
Por ejemplo, en cuanto a un discurso machista o racista: “Cuando la libertad de alguien más por hablar ya infringe cierto grado de miedo o temor a otra persona, es ahí donde tenemos que interceder”, explicó Rodríguez.
Contó que en caso de que un comentario sea calificado de esa manera, lo primero que se hace es borrar el tuit, el siguiente paso sería suspender la cuenta por un cierto período de tiempo y la última sanción sería borrar la cuenta entera.
Pero en cuanto a cifras exactas sobre infracciones a las reglas, el funcionario de Twitter no quiso responder. Cuestionado por esta agencia sobre el número de tuits que se borra en México cada día, suspensiones de cuentas, o la cantidad de cuentas borradas, sólo alcanzó a decir que “Twitter no publica estas cifras”, como tampoco quiso señalar qué tan grande es el equipo de Twitter México que trabaja para eliminar contenidos violentos o de odio.
Rodríguez se limitó a decir que desde enero de este año, ha aumentado en diez veces el número de acciones contra usuarios que han violentado las reglas de Twitter.
Tanto la Presidenta de Conapred como el representante de Twitter coincidieron en que el año electoral requiere altos niveles de atención al discurso de odio o la difusión de contenidos intrínsecamente falsos. “El discurso más protegido es el discurso en las contiendas políticas. El electorado debe conocer la posición real de las personas que están contendiendo”, dijo Alexandra Haas.
Ahora bien, ante el desafío de definir cuál es el límite entre un comentario que se debe borrar, y otro que no, Haas hace una apuesta a la educación: “El discurso que ofende, hay que refutarlo y no silenciarlo. Quienes promueven esas visiones necesitan ser convencidos por su error en el debate”, opinó la Presidenta de Conapred, refiriéndose a las recomendaciones de los Relatores de Libertad de Expresión en su reciente visita al país.
Si hay personas que no se sienten bien atendidas con sus quejas ante Twitter, esas se pueden dirigir a Conapred, afirmó la Directora General Adjunta de Quejas del organismo, Nuriney Mendoza Aguilar.
De acuerdo con la coordinadora regional del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), Dafne Sabanes Plou, hay una idea generalizada de que la violencia contra las mujeres en la tecnología nada tiene nada que ver con lo que pasa en el mundo real y por lo tanto no importa, lo cual es una idea equivocada, dijo.
En un foro realizado este año sobre Ciberacoso, la especialista precisó que esta violencia se traduce en la continuación y agravamiento de la violencia en el hogar, el acoso sexual, hostigamiento, publicación y distribución de fotos y videos íntimos, chantaje, vigilancia, seguimiento, control y distribución viral de violencia sexual en internet, explicó.
Datos de APC de un estudio realizado en siete países, demostró que 60 por ciento de las víctimas en redes sociales, padeció consecuencias emocionales, daños en su reputación, y 40 por ciento daños físicos sexuales, y en algunos otros casos la violencia en redes y la web generaron intentos de suicidio. (Sonia Gerth)