Así lo informó la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) que destacó que “la baja cobertura de los sistemas de pensiones contributivos en países como el nuestro, genera la necesidad de complementarlo con un pilar no contributivo para estar en posibilidad de cubrir a todos los adultos mayores del riesgo de pobreza en la vejez”.
Para ello, planteó interconectar la pensión del SAR con el pilar no contributivo que hay en el país, representado por la Pensión de Adultos Mayores, Programa 65 y más (PAM), para tener una pensión única para todos las personas sin importar su historia laboral, lo que reduciría la pobreza en adultos mayores, entre otros.
“Una integración de pilares en México buscaría que los dos -SAR y PAM- se comunicarán con los siguientes objetivos: lograr la cobertura universal de la población adulta mayor y fortalecer los incentivos a la formalidad”, precisó.
Además, permitiría operar bajo reglas simples y transparentes y no incrementaría el costo fiscal del sistema de pensiones, agregó el órgano regulador en un comunicado.
El planteamiento de la Consar retoma el ejemplo de Chile que en 2008 llevó a cabo una reforma a su sistema de pensiones que logró, entre otros, integrar su “pilar cero”, el no contributivo (de prevención de la pobreza) con el pilar contributivo (de las Administradoras similares a las Afores), mejorando el nivel y calidad de cobertura del sistema.
Explicó que como resultado de esa reforma, el programa está pagando beneficios a las personas que más lo requieren ya que tienen una baja o nula participación en el Sistema de Pensiones y los indicadores de pobreza de los adultos mayores se han reducido en ese país por lo que el denominado “Pilar Solidario” está cumpliendo su rol fundamental de prevenir pobreza.
Además, permite generar mejores incentivos para aumentar las cotizaciones ya que a mayor cotización, mayor pensión y reduce las brechas pensionarias de género porque las principales beneficiarias del esquema integrado son las mujeres, abundó.
La Consar dijo que México se encuentra en una etapa temprana de envejecimiento poblacional, pero el número de adultos mayores, de 60 o 65 años, se quintuplicará en medio siglo.
Refirió que una propuesta de integración de pilares en México –siguiendo el ejemplo chileno- consistiría en fusionar el programa PAM y de Pensión Mínima Garantizada que contiene la Ley del Seguro Social de 1997 (PMG L97) por un esquema único que garantizara que todos los individuos tengan acceso a una pensión, independientemente de su historia contributiva.
Los trabajadores que acumularan mayores recursos en el SAR lograrían una pensión mayor de aquellos que coticen esporádicamente o aporten poco, manteniendo los incentivos a la formalidad.
Además, quienes nunca coticen en el sector formal, recibirían un apoyo básico, relacionada a una canasta mínima de bienestar, apuntó.
“La gran ventaja de un esquema parecido al chileno es que el subsidio estatal quedaría en los grupos más vulnerables –aquellos quienes no lograrán financiar una pensión superior a cierto umbral-“, aseguró.
Detalló que el esquema operaría bajo una regla simple y transparente, aprovechando la infraestructura que hoy posee el SAR.