En el acto celebrado en las instalaciones del CIMMYT, el vicepresidente de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos de Nestlé, Mario Vera, explicó que este programa permitirá satisfacer al 100 por ciento la demanda de maíz y trigo de dicha empresa a más tardar en 2022.
Acompañado del subsecretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Jorge Narváez, dijo que el Plan Maíz por México tendrá una inversión de cinco millones de dólares, cuyo monto será aportado por Nestlé, la dependencia federal y el gobierno de Guanajuato.
Destacó que el proyecto iniciará en la región de Bajío del país y generará una derrama económica de hasta mil millones de pesos anuales.
"México tiene el potencial para producir estos dos granos localmente", subrayó, al tiempo que destacó que la medida permitirá abastecerse con 175 mil toneladas anuales de maíz y más de 50 mil toneladas de trigo para la elaboración de sus alimentos para mascotas y cereales.
Por otra parte, el director regional para América de CIMMYT, Bram Govaerts, declaró que "los productores no viven de potencial, no viven de la promesa de una semilla más rendidora y más resistente a las plagas o enfermedades. Los productores viven y progresan gracias a realizar ciclo tras ciclo este potencial".
De ahí que la agricultura es un motor de cambio que puede impulsar el bienestar, el desarrollo económico de cualquier y, sobre todo, en un país como México que tiene "regiones, productos agrícolas, tradiciones", resaltó.
Al atestiguar la firma del convenio, el subsecretario de Sagarpa comentó que el maíz tiene un gran pesos social y económico a nivel nacional, pues cerca de dos millones de personas trabajan en torno a este grano, es decir, 30 por ciento de quienes se dedican al campo mexicano.
Apuntó que el trigo representa una oportunidad de desarrollo en el cultivo y contribuye a la seguridad alimentaria. Su producción nacional alcanza más de 24 mil toneladas y hay un consume per capita de 280 kilos.
No obstante, el funcionario llamó a involucrar a las nuevas generaciones en el campo y hacer uso de las tecnologías en la producción agrícola para hacer frente al cambio climático, a nuevos modelos productivos y esquemas comerciales.
"El campo tiene que profesionalizarse de una manera impostergable; la profesionalización es (...) el futuro del campo, con tecnología, innovación, nuevos modelos, y lo remos que hacer a conciencia", concluyó.