El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, presentó este martes en Madrid el Informe Económico España 2017, que mejora el pronóstico de crecimiento económico para este país tras las anteriores previsiones de otoño.
El documento elaborado por el organismo multilateral estima que tras haber crecido 3.2 por ciento en 2016, el PIB de España será de 2.5 por ciento en 2017 y 2.2 por ciento en 2018.
Asimismo, la tasa de desempleo la pronostica en 2017 en 17.5 por ciento de la población económicamente activa (PEA), tras el 19.6 por ciento de 2016, mientras que para 2018 estima que podría ser de 16.1 por ciento.
En la presentación junto al ministro español de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, el titular de la OCDE destacó la buena evolución de la economía española, pero alertó que “todavía hay desafíos pendientes”.
Apuntó que hay mejoras debido a las reformas de los últimos años, pero debe mantenerse en ese camino y llegar a nuevos consensos para llevar a la economía española a un contexto global complejo.
“El mensaje más importante que quiero transmitirles hoy es la necesidad de mantener el impulso reformista. Reformas, reformas, reformas. Uno no termina nunca las reformas y hay que ir incluso reformando las reformas”, expuso Gurría.
Por su parte, de Guindos recalcó que el principal mensaje del informe es que “no se puede ser complaciente y se tiene que ser siempre ambiciosos”, porque si bien la situación es diferente a años recientes “aún queda mucho por hacer”.
Entre las recomendaciones del informe figuran aumentar los impuestos ambientales y luchar contra la precariedad laboral, la desigualdad y la pobreza infantil, que es una de las más altas de la OCDE.
“La pobreza es particularmente pronunciada en los hogares cuyos miembros están en desempleo, y de manera especial entre los que tienen hijos. Esto se ve reflejado en la elevada tasa de pobreza infantil de 23.4 por ciento, superior al promedio de la OCDE de 13.3 por ciento”.
El informe de la OCDE insta al gobierno español a implementar medidas para aumentar la productividad y la inversión en innovación, reducir el desempleo y mejorar la formación de los trabajadores.
Asimismo, se pide reducir la pobreza y la desigualdad crecientes en los últimos años de crisis económica, que como resultado dejó bajos salarios en personas con menores ingresos y una mayor brecha salarial.
“Estos son retos urgentes, no sólo por una cuestión de justicia y equidad, sino porque la estabilidad misma del pacto social está de por medio”, aseveró Gurría.
La OCDE fue fundada en 1961, agrupa a 35 países y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.