Es a partir del año 1996 cuando se comenzó a utilizar el Horario de Verano para tener el mismo huso horario que en Estados Unidos, además de que se pretendía aprovechar la luz natural y ahorrar energía eléctrica.
La Secretaría de Energía (Sener) informó que para los 33 municipios de la franja fronteriza del norte del país, el Horario de Verano termina el domingo 5 de noviembre.
Dichos municipios son Tijuana, Mexicali, Ensenada, Playa Rosarito y Tecate, en Baja California; Ciudad Juárez, Ojinaga, Ascención, Coyame del Sotol, Guadalupe, Janos, Manuel Benavides y Praxedis G. Guerrero, en Chihuahua.
También Acuña, Piedras Negras, Guerrero, Hidalgo, Jiménez, Zaragoza, Nava y Ocampo, en Coahuila; Anáhuac y Los Aldama, en Nuevo León; así como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Camargo, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz, Mier, Miguel Alemán, Río Bravo y Valle Hermoso, en Tamaulipas.
De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), el Horario de Verano consiste en adelantar una hora el reloj durante la parte del año en que se registra mayor insolación, ello, para reducir el consumo de energía eléctrica utilizado principalmente en iluminación en el sector doméstico, aprovechando mejor la luz solar.
Al desplazarse la demanda una hora debido a este cambio de horario, se deja de consumir energía eléctrica, lo que además ayuda a disminuir la quema de combustibles utilizada para generar el flujo eléctrico.
Además, los estados de Quintana Roo y Sonora no participan en el Horario de Verano, por lo que durante todo el año mantienen el mismo horario.
El Fide también explica que con la aplicación del Horario de Verano, en 2016 hubo un ahorro en el consumo de energía eléctrica de 975.28 gigawatts hora y una demanda evitada de 494.2 megawatts, de acuerdo con los estudios de la Comisión Federal de Electricidad y del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias.