El Woman 20, abreviado como W20, forma parte de los “grupos de afinidad” integrados en su mayoría por miembros de la sociedad civil que se reúnen de manera previa a la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) países industrializados y emergentes que se realizará aquí el 30 de noviembre.
De acuerdo con el programa, después de dos días de sesión, el W20 le entregará mañana miércoles al presidente argentino Mauricio Macri un documento con recomendaciones para impulsar la participación económica y el empoderamiento de las mujeres.
La organización del evento estuvo antecedido por críticas debido, por ejemplo, a que uno de los oradores principales del W20 es el escritor francés Ivan Jablonka, quien disertará sobre la posibilidad de que el feminismo pueda vencer la violencia machista.
El principal cuestionamiento es que un hombre europeo, y no una líder argentina, haya sido invitado a disertar sobre feminismo precisamente en el país en el que nació el movimiento “Ni una menos” y que se convirtió en vanguardia en la lucha feminista a nivel internacional.
Además, este martes se llevó a cabo una mesa sobre mujeres rurales y sus necesidades de desarrollo económico en la que, dentro de los cinco ponentes, ninguna pertenecía a este sector de la población, lo que las invisibiliza todavía más.
Por eso, mientras en el Centro Cultural Kirchner se realizaba el W20, afuera del Congreso diversas organizaciones feministas se reunieron bajo el lema “No en nuestro nombre” para denunciar que el encuentro vinculado al G20 no las representa.
El evento ya venía precedido con polémicas, ya que la presidenta del W20 es la exdiputada oficialista Susana Balbo, quien en las reuniones preparatorias convocó a un debate en torno a la legalización del aborto en Argentina que se discutió este año en el Congreso.
Aunque las participantes celebraron la altura que tuvo la discusión a pesar de las discrepancias entre quienes estaban a favor y en contra del aborto legal, en cuanto terminó esa jornada Balbo tuiteó que estaba “a favor de la vida”, lo que contradecía el supuesto espíritu conciliador de la convocatoria.
La víspera, el W20 comenzó sus trabajos en un encuentro cerrado que estuvo encabezado por la primera dama Juliana Awada, quien advirtió que “tenemos la oportunidad de crear conciencia sobre temas de género y alentar a los líderes a invertir en el desarrollo económico de las mujeres”.
Awada agregó que “cerrar la brecha de género es un objetivo impostergable. La única medida para que alguien lleve a cabo un proyecto y logre sus objetivos debe ser su capacidad y su talento”.