Soy una mujer de izquierda: Rosario Robles

México, 5 septiembre 2018.- Rosario Robles Berlanga, considerada una de las mujeres más polémicas y controvertidas de la política mexicana, dijo en entrevista con SEMlac que es una mujer de izquierda, comprometida con una visión progresista, defensora del estado laico, convencida de la trascendencia de la participación social y la justicia para las mujeres.

Anunció que, como ciudadana libre, seguirá en la política en los espacios disponibles, sin partido, o en un espacio "que yo misma crearé". Previno: "hay muchas trincheras, trabajaré por las causas que tienen que ver con mi país ocupándome de las causas fundamentales, las de izquierda progresista".

La ex primera jefa de gobierno en la Ciudad de México, sin ambages, segura de sí misma, actual secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), contestó a todas las preguntas.

"Sigo viviendo en la calle De Las Flores de Coyoacán, que me esculquen"; le puso agenda urbana al próximo gobierno y, sobre ella, dijo vivir la oportunidad única de haber puesto los cimientos de los derechos ciudadanos a vivir en ciudades seguras, los espacios públicos, la creación de vivienda digna; ello a pesar de la conflictividad que entrañó.

Aseguró que se resolvieron 153.000 expedientes de demandas agrarias. El saldo es blanco. Y adelantó que el próximo gobierno deberá pensar en crear un cuarto nivel de poder, el de la gobernanza metropolitana que exige una reforma constitucional.

Enmarcada a su izquierda por una inmensa imagen de Emiliano Zapata, hablamos sobre una mesa de cristal, todo el tiempo captadas por una cámara de video. Y advirtió: el próximo gobierno tendrá que hacerse cargo de dos millones de familias, 10 millones de mexicanos y mexicanas que siguen viviendo en hacinamiento, donde la violencia conspira contra las niñas. Una de las mediciones de la pobreza es el hacinamiento. No olvidarlo.
¿Dice el Presidente electo que desaparecerá el programa de los famosos cuartos rosas?

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Lanzó una carcajada, para señalar que en la actual administración se construyeron 300.000 cuartos adicionales en las unidades habitacionales del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) y el INFONAVIT (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores) que construyeron casas con una sola recámara, especialmente en los dos sexenios anteriores, y se realizaron casi siete millones de acciones de vivienda.

Se reordenó el territorio urbano de al menos 59 ciudades, donde participó "el pueblo", porque en México lo que prima es la autoconstrucción. Solo para rehacer pueblos y comunidades afectadas por el sismo de septiembre de 2017, participan voluntariamente un ejército de 50.000 mujeres vigilantes de que lo prometido se haga. Aseguró que todas las viviendas construidas en este sexenio fueron de dos recámaras al menos.

El próximo gobierno va a tener que dar importancia y valor a las iniciativas del presidente Enrique Peña Nieto, porque sin dádivas ni clientelismo, creó la ley, una política urbana que puso en el centro de la nación, una que fue abandonada desde los años 40; puso a trabajar a todas las dependencias involucradas, porque no se pueden reordenar las ciudades sin el concurso de quienes construyen caminos, puentes, calles, equipamiento urbano y ciclovías.

Los desarrolladores tuvieron que plegarse a la nueva política para reordenar los territorios, "si no respetan los perímetros urbanos, no hay subsidio". Hoy la construcción de vivienda genera el seis por ciento del Producto Interno Bruto y mantiene tres millones de empleos directos e indirectos. Que les pregunten antes de cambiar las cosas.

Afirmó que hay que seguir y cumplir la ley, pero además no es posible que los gobiernos locales, los municipios, decidan sobre el uso del suelo. Las ciudades crecieron de manera desordenada, extendida horizontalmente y desiguales. Eso generó un crecimiento desquiciado en todo el territorio nacional.

Hay muchos conflictos, una conflictividad enorme; y cuestionó esta facultad del municipio que es la del uso del suelo. El suelo ha pasado a ser especulativo, se encareció y ha perdido su función social. Además, se construye en la desigualdad, ahí está Santa Fe y al lado cartolandia. Entonces no puedes tener vivienda social intra urbana, porque es carísimo y quienes deciden son los municipios.