El jardín soñado de Christian Dior conquista la moda hombre en París

24 de Junio de 2022
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París, 24 jun (EFE).- “Gracias a Dios que existen las flores”, dejó escrito el diseñador francés Christian Dior, cuya pasión por el mundo floral sirvió de inspiración a la colección de hombre para la primavera-verano de 2023, presentada hoy en una espectacular recreación normanda en el centro de París.

El británico Kim Jones, al frente de la dirección creativa de la línea masculina de la marca, se atrevió a reconstruir a escala la casa en la que creció Dior en la costa de Normandía, en Granville, hoy transformada en museo.

Al otro extremo del decorado, colocó la casita de la campiña inglesa del pintor Duncan Grant, en Sussex, y entre ambas una colina de ida y vuelta plagada de flores naturales.

Jones, de 48 años, lleva varias temporadas superándose con los decorados en una industria cada vez más inventiva y extravagante donde los golpes de efecto que seducen en redes sociales causan más efecto que una mera campaña de publicidad. Con esto se erige como heredero indirecto del alemán Karl Lagerfeld, fallecido en 2019, y sin duda quien más ambicioso fue a la hora de crear decorados para Chanel.

Pero además del espectáculo, Jones se maneja como pocos en la creación de colecciones masculinas cada vez más próximas a la costura y atractivas por la riqueza de tejidos, sus formas y la funcionalidad de sus prendas.

Si bien la pasarela está para soñar (lo pusieron en evidencia sus panameños troquelados o los sombreros con doble visera de gorra, también las chaquetas “Bar” translúcidas, en seda y organza, que dejan ver la compleja construcción de la prenda), la colección dice mucho sobre la comodidad.

Lo hacen las mochilas de excursionista con fundas impermeables de quita y pon, los bolsos con agarre para cantimploras y las botas de montaña.

A un cuidado decorado de flores le pegaba una colección dulce, marcada por los colores: marrones, rosa maquillaje, crudos, azules, verdes y el clásico gris claro, inconfundible sello de Dior.

Para Jones, esta temporada tiene continuidad con su anterior línea, que había mostrado también en un espectacular escenario en el que recreó la ciudad de París y donde, como en este desfile, la voz de Dior dirigía el paso de los modelos.

Es su forma de rendir homenaje al creador francés y padre de la marca que celebra 75 años. Pero en esta ocasión fue, además, una celebración de la obra del escocés Grant, miembro del grupo Bloomsbury, cuyos cuadros iban impresos en algunas de las prendas, sobre todo en las de seda y en el punto de tricot.

“Granville y Sussex tienen un clima similar. El tiempo, la luz y el jardín crean un vínculo entre ellos. Para Dior y Grant, sus casas, sus jardines y su entorno fueron esenciales para su creatividad”, indicó Jones en un comunicado de prensa.

A las chaquetas de doble botonadura, con solapas y bolsillos dibujados, se sumaron también abrigos cruzados en cashmere reciclado.

En los pantalones, destacaron los cortos por encima de ajustadas mallas de ciclista. Y para el frío, sudaderas polares con cremalleras en el cuello y bordados en el cuerpo.

Al desfile no faltaron los incondicionales de la marca parisina, que hace una semana sorprendió a sus seguidores con un histórico desfile en la Plaza de España de Sevilla donde presentó su colección Crucero para mujer.

Estuvieron en primera fila la modelo Naomi Campbell, una de las invitadas más fotografiadas, así como el actor británico Taron Egerton, icono entre los más jóvenes.

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