El propósito de la muestra que a partir de este viernes se exhibe en el Museo Memoria y Tolerancia es sensibilizar a los asistentes a través de las distintas salas que conforman la exposición y generar más conciencia sobre ambos fenómenos, para impulsar acciones que atiendan la situación que se vive en el mundo.
Durante el evento, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, resaltó que hoy y siempre debemos decir "no a los muros que separan y aíslan y solo hacen que la dignidad retroceda".
El ombudsman destacó que la dignidad humana no puede estar sujeta a los caprichos de minorías xenófobas, racistas o supremacistas que sustentan sus acciones con miedo y con discursos de odio.
Por lo que llamó a impedir que los discursos de odio, racismo y xenofobia que tanto daño han hecho a la sociedad permeen en el continente.
Recordó que el anhelo de las personas en migracion por buscar mejores perspectivas de desarrollo y de vida "no tiene fronteras, no tiene muros. Tenemos que romperlos como bien menciona el título de la exposición", expresó.
González Pérez puntualizó que el rescate de la memoria debe ser un llamado a la no violencia y a fortalecer una cultura de la paz.
Sobre la Ley SB4, indicó que "logramos un gran triunfo, todavía no definitivo, pero la CNDH acercó una amicus curiae a la Corte Texana por la ley que mañana entrará en vigor, por fortuna, algunos de esos artículos fueron suspendidos".
El fundador de la Casa de Migrantes de Oaxaca, el padre Alejandro Solalinde, dijo que la muestra es, ciertamente muy sugestiva, porque los muros físicos existen pero también otros que no se ven y que están dentro y entre las personas.
Con cifras, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), destacó que 65 millones de seres humanos huyen de sus lugares de origen y de la violencia.
"Se trata de vidas y familias que no han encontrado paz en su lugar de origen y que tienen que salir de sus hogares".
Reconoció que es mucha la indiferencia que existe entre la sociedad, pero también es muy fuerte la solidaridad que crece en torno a migrantes y refugiados para tratar de construir puentes de solidaridad con quienes más lo necesitan.
"Hay muchas organizaciones que pretenden, no sólo visibilizar, sino apoyar a estos 65 millones de personas que buscan una nueva forma de vida".
La directora de Exposiciones Temporales del Museo Memoria y Tolerancia, Linda Atach, estimó que es tiempo de ser incluyentes y respetuosos con los migrantes y solidarios con las personas que recorren el orbe buscando asilo. "Eso sí está en nuestras manos", dijo.
La presidenta del Museo Memoria y Tolerancia, Sharon Zaga, indicó que la muestra que se exhibe como parte de la Cátedra Nelson Mandela, en colaboración con la CNDH, es también un llamado de atención a conocer más sobre la migración masiva de personas que abandonan sus hogares en busca de mejores condiciones de vida.
En el acto, el representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), José Francisco Sibier, dijo que México está llamado a responder a la altura de la tradición de asilo y refugio que lo caracteriza.
La exposición exhibe diversos objetos como la instalación de Adán Paredes, Memoria intervenida, compuesta por una colección de embarcaciones de más de cien años de antigüedad que ilustran los movimientos migratorios a través del tiempo y sus peligros durante su estancia en México.
Además, en la Sala Refugiados se exhibe una de las tiendas de campaña que la Organización de las Naciones Unidas instala para apoyarlos, además de diversos dibujos que simbolizan las experiencias de niñas, niños, jóvenes y mujeres migrantes durante su travesía por esos lugares.
También está el llamado "Árbol de las penas", cuyas hojas multicolores escuchan y consuelan, a los migrantes.
La exposición estará abierta hasta diciembre próximo en el Museo Memoria y Tolerancia.