En el marco del Día Mundial del Refugiado, que se celebra el 20 de junio, el representante en México de la Acnur, Mark Manly, señaló que el país debe apoyar esfuerzos multilaterales para prevenir y resolver conflictos armados y empujar a los Estados a respetar los derechos humanos de quienes viven en sus territorios.
Mientras que, a nivel nacional, México está llamado "cada vez más a jugar el papel de país de recepción de personas refugiadas", dijo en un comunicado.
La Acnur detalló que, de acuerdo con su reporte de Tendencias Globales, en 2019 la cifra de personas refugiadas y desplazadas en el mundo alcanzó los 79,5 millones, mientras que en México se contabilizaron 28.533 personas refugiadas y 70.400 solicitaron la condición de refugiado durante el mismo año.
Expresó que el número de solicitantes de asilo durante 2019 representó un aumento de 138 % en comparación con 2018.
Manly señaló que el incremento año con año del número de personas desplazadas forzosamente es un indicador de las amenazas a la paz y la seguridad globales y por ello se debe asegurar que los derechos humanos sean respetados, "pero también, encontrar soluciones para las personas que han sido desplazadas".
Aseveró que la elección de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas abre nuevas oportunidades para la diplomacia multilateral mexicana.
Aseguró que México se ha convertido en un país de destino para personas refugiadas, es decir, personas que han tenido que huir de sus países por motivos de violencia y persecución.
Señaló que eso requiere de una respuesta muy distinta al fenómeno de la migración de tránsito, "pues se necesita de una política pública que garantice que la protección de las personas refugiadas en el ejercicio de sus derechos en el país".
Manly indicó que el incremento también refleja los esfuerzos de las autoridades, de la sociedad civil y de Naciones Unidas, incluyendo Acnur, para brindar información y asesoría jurídica a los solicitantes de asilo, así como apoyo a las autoridades mexicanas para aumentar su capacidad de procesar estos casos y brindar asistencia humanitaria.
Asimismo, dijo que las personas ven más perspectivas de integración en México, a la par que perciben que son cada vez más inciertas las probabilidades de conseguir protección como refugiados en Estados Unidos.
Del mismo modo, destacó la importancia de que México haya considerado el acceso al asilo como una actividad esencial durante la contingencia y que pese a la misma no se hayan frenado las solicitudes de asilo.
Finalmente, resaltó que las personas refugiadas aportan a las sociedades que les reciben, y durante la pandemia, esto ha quedado demostrado con la incorporación de profesionales de la salud refugiados a diferentes hospitales para ayudar a combatir el coronavirus.