Ciudad Hidalgo, Chis. 20 Ene (Notimex).- Marvin viaja con su hijo Antony. Vienen solos en la caravana migrante. La mamá del niño los abandonó. “Venimos de un país complicado para los humildes, yo quiero llegar hasta arriba”, dijo mientras esperaba en la larga fila para tramitar tarjetas de visitante a México.
“Yo todo esto lo hago por él, queremos un futuro mejor, en Honduras no tenemos trabajo; el niño me pide comida y no tengo para darle ni un bocado, quiero darle un oportunidad a mi niño”. Ha viajado dos días, la noche previa durmieron en el parque, “quiero pasar bien, sinceramente traigo a mi niño y no quiero ponerlo en ningún riesgo”, comentó Marvin.
"No conozco el camino, vengo solo y sí tengo un poco de miedo, la intención es viajar con todos los muchachos para estar más seguros", concluyó mientras se echaba un poco de aire con un panfleto de derechos migrantes que alguien le dio durante el trayecto.
Adriana y Verónica son hermanas, vienen con sus hijos, uno de cinco años y una lactante. Les regalaron carriolas en el camino, por eso están un poco más relajadas, ya no tendrán que cargar a sus hijos hasta Estados Unidos, ahí mismo llevan un paquete de pañales y al menos tres mochilas, las cargarán hasta llegar al vecino país del norte.
Ellas también esperan en la larga fila mientras el personal del Instituto Nacional de Migración las registra. Llegaron alrededor de las seis de la mañana, pero la fila no había avanzado ni un poquito, “tenemos paciencia y fe, en México nos han tratado bien hasta ahorita".
En el puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo la representante adjunta de la Unicef en México, Pressia Arifin-Cabo, viene a verificar de primera mano la situación de niños y adolescentes que están en este punto de Chiapas, observa si llegan bien y si reciben ayuda y asistencia para sentirse seguros en México.
“Ahora la política ha cambiado bastante y están dando visado humanitario a los migrantes, estamos mirando muy bien qué va a pasar con los niños no acompañados, todavía estamos averiguando a dónde van ellos, queremos asegurar que los albergues en donde se quedarán tengan los estándares mínimos para atender a las familias y a sus niños”, declaró.
En entrevista, precisó que hay diversas estimaciones de los niños que viajan solos, se trata de al menos 20 de entre 11 y 18 años de edad, la mayoría adolescentes; sin embargo, son menos en comparación con las caravanas de personas migrantes anteriores.
“Se ve muy bien el esfuerzo, que está haciendo el gobierno mexicano para acomodar y asegurar que hay servicios de salud, de protección y ahora tenemos que ver las condiciones de los lugares a los que los enviarán después de este punto”, destacó.
Expuso que aún no se cuenta con mucha información del rumbo que tomarán, algunos se quieren quedar en México, pero otros buscan llegar a Estados Unidos, “lo que nosotros venimos a asegurar es que los niños se encuentran en una buena situación o en condiciones adecuadas para asegurar su bienestar y desarrollo en este trayecto”.
Así, si las familias deciden quedarse en México, se verificará si reciben el apoyo que necesitan, mientras que si optan viajar por el país hasta el norte "tenemos que ver si viajan con las condiciones adecuadas", explicó.
“La gente tiene que entender que los niños no son para caminar muchos kilómetros, porque son niños, son muy vulnerables en el tema del calor, falta de comida; a los niños cuando tienen hambre no les puedes decir que se tienen que esperar, los niños no saben cómo esperar, son susceptibles a enfermedades, entonces hay que tener atención especial para los niños”, comentó.
Además señaló la importancia de que se active en México una procuraduría de protección de los niños, para asegurar que las familias tengan mayores opciones y los menores estén en entornos seguros.
La mayoría de los infantes y jóvenes que viajan solos están amenazados por la violencia en sus países de origen, en particular si son adolescentes que enfrentan amenazas de "los maras" y el crimen organizado; “vienen aquí porque quieren sobrevivir”, aunque algunas otras familias refieren que viajan por falta de oportunidades.
Explicó que la presencia del organismo humanitario internacional es para ofrecer asistencia técnica a instituciones gubernamentales para apoyar a los niños en su bienestar y desarrollo.
En ese sentido ejemplificó la organización de los albergues, que sean espacios seguros y cuenten con servicios sanitarios y nutrición adecuada, ello aunado a la verificación de las situaciones migratorias.
Dijo que en este puente fronterizo las personas de Migración verifican las condiciones humanitarias de los migrantes, “esto es por el cambio de la política, porque normalmente si no tienen permiso pues hay que regresarlos, pero ahora sí estamos viendo el cambio, que sí están recibiendo a las familias, sí están recibiendo a los niños, sí están aportando los servicios necesarios”.
Consideró que entre algunas otras recomendaciones para el gobierno mexicano está ofrecer atención prioritaria a las familias que vienen con niños, para que no estén en las filas esperando debido al calor.
“Hay que priorizar las familias con niños pequeños, porque no los pueden tener aquí tanto tiempo en el puente, porque pasan carros, hace calor y los niños están por ahí caminando”.
Enfatizó la importancia de que las autoridades mexicanas no detengan a los niños que migran, “porque la migración no es un delito, lo que hay que hacer es canalizarlos a los albergues donde puedan tener opciones para ir a la escuela o pedir un asilo y no ponerlos en las estaciones migratorias”, es importante priorizar en la infancia, sin importar de dónde vengan.
Buscan condiciones para bienestar de niños migrantes en nueva caravana
20
de Enero
de
2019
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