Destacó que entre los puntos que más participación tendrán, tienen que ver con los requisitos para que una persona adicta sea internada en un anexo, a fin de asegurarse que son aptos para este tipo de tratamiento y no se puede tratar de otra manera ya que la reclusión siempre debe de ser la última opción.
Esta labor de determinar quiénes son aptos para la reclusión y quiénes no será realizada por psicólogos o psiquiatras, a fin también de asegurarse que el padecimiento tiene que ver con adicciones y no con alguna otra enfermedad mental que debería de tratarse de otra manera o en un centro especial para tratar estos padecimientos.
“La evaluación inicial debe de ser de un psicólogo o tal vez de un psiquiatra, que sean ellos quienes decidan si un paciente tiene adicciones o un problema de salud mental y que los canalicen al CESAM”.
Los psicólogos de igual forma deberán de guiar el tratamiento que un adicto reciba en los centros y debe de brindar acompañamiento a los internos, a fin de que la recuperación sea favorable y no se usen métodos arcaicos que antes era usados en estos lugares.
Finalmente apuntó que los trabajos para la construcción de esta ley continuarán tomando en cuenta la opinión de psicólogos y psiquiatras, pero consideró necesario también integrar en las mesas de trabajo a personas que han pasado por esas experiencias.