La organización de las Naciones Unidas establece que una mayor escolaridad permite a las mujeres acceder a mejores oportunidades económicas, además de tener una mayor autonomía, capacidad de decisión y mejores condiciones de vida para ellas y sus hijos.
El objetivo principal de las mujeres trabajadoras fuera de su hogar, esta en mejorar la calidad de vida de sus hijos y familias. En nuestro país el número de madres que contribuyen de manera importante o se hace cargo de la economía del hogar ha aumentado en los último años.Tan solo la Encuesta Intercensal 2015 reportó 48.6 millones de mujeres de 12 años y más, de éstas, 32.7 millones son madres de las cuales 42.6% está vinculada a la población económicamente activa.
Para la población femenil desocupada, el 53.1% tuvo que enfrentar la búsqueda de trabajo tras convertirse en mamás para hacer frente a las necesidades de sus hijos.
De acuerdo a la información emitida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) las madres de entre 40 y 44 años que representan el 55.7% continúan trabajando de forma activa, señalando que las mujeres no se retiran de laborar cuando tienen hijos, sino por el contrario, son más trabajadoras, principalmente de servicios personales, comerciantes o artesanas.
En América Latina la participación económica femenina ha aumentado desde la década de los 80´s, particularmente para los grupos que van de 25 a 34 y de 35 a 44 años.
En el país, el promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres económicamente activas es de dos hijos; mientras que en las que no lo son es de 2.6 hijos. Es decir, a mayor ocupación laboral, menos hijos en el hogar.
La posición en el trabajo de las mujeres de 15 años y más ocupadas que son madres, muestra que apenas 3.1% son empleadoras, 5.8% son trabajadoras sin pago, 26.5% trabajan por cuenta propia y el resto, se concentra en trabajadoras subordinadas remuneradas, que representan 64.6 por ciento.
Estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico mencionan que el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo produce un crecimiento económico más rápido y parte importante de esa fuerza está compuesta de mujeres que son madres.