Al no ser considerada como una actividad esencial, la CANACEM lanzó un comunicado revelando que a partir del cuatro de abril dejará de abastecer a la obra pública y privada, así como a más de 62 mil ferreterías de México.
En ese sentido, el presidente de CMIC Querétaro dijo esperar a que esta decisión se recapacite, pues es uno de los principales insumos para el trabajo de la construcción, y en el estado cuentan con tres grandes empresas proveedoras de cemento por tonelada o bulto, y el material preparado o premezclado.
“Yo creo que se va a recapacitar. Están ajustando y hay cosas contradictorias y sin tanta claridad. Si van a autorizar que se continúe con las obras, deben de autorizar que entre como actividad esencial la producción y distribución del cemento”, auguró.
Asimismo, durante esta fase dos, Ugalde Ríos confirmó que los proyectos de obra en el sector público y privado no se han detenido en la entidad, pero esta decisión podría afectar de manera total la industria constructora.
“El parar la industria cementera nos va a afectar directamente en los avances de obra. Incluso, en unas semana también nosotros como constructores tendríamos que parar”, lamentó.
Y es que señaló que en Querétaro, los procesos de licitación continúan, aunque se dan de manera tardada y pausada, por lo que la falta de insumos afectaría en gran manera al sector.
Además, Álvaro Ugalde consideró que las autoridades federales deberán impulsar de manera prioritaria la reactivación económica en materia de construcción de obras, derivado de la contingencia, en al menos dos o tres meses.
Sin embargo, reconoció que con las condiciones actuales, los constructores no podrían aguantar esta contingencia sin apoyos e incentivos que garanticen los empleos y las inversiones.
Por último, se dijo pendiente de los anuncios que pudiera dar el gobierno federal el próximo domingo, como fue agendado por el propio presidente de la República.