Querétaro, 16 Junio 2021.- Diego Urías Hernández, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Querétaro, afirmó que su institución política ganó posiciones en distintos cargos en el estado, no obstante, reconoció que no obtuvo un mínimo del 3% en ninguna de las elecciones para conseguir registro estatal.
El dirigente recordó que el PRD mantiene un proceso de renovación que inició desde mediados del 2020, en el que fue electo como presidente estatal.
Sin embargo, afirmó que distintos excandidatos y ex candidatas de la actual elección, que no eran militantes, accedieron a mantenerse en el proyecto.
‘Hay varios que queremos reconstruir el partido, dejar ya la vieja política y que nos den esa oportunidad a los jóvenes para poder estar al frente de las nuevas políticas públicas aquí en el estado’, acotó.
Urías Hernández, precisó que como resultados en la elección, el PRD obtuvo dos regidurías: una en el municipio de Pinal de Amoles y otra más en Tequisquiapan. También ganó la presidencia municipal de Ezequiel Montes en candidatura conjunta con el Partido Acción Nacional (PAN).
A pesar de su rendimiento, el presidente estatal descartó que su institución haya sido derrotada en Querétaro, aunque reconoció que los puestos ganados son pocos en comparación a sus expectativas, por lo que deberán aprovecharlos para iniciar trabajos más relevantes en la entidad.
‘No somos los derrotados en esta ocasión, sentimos que es algo nuevo que estamos organizando… tenemos espacios que nos van a permitir seguir avanzando como partido, son pocas posiciones, pero también es el comienzo de un nuevo PRD aquí en Querétaro’, asentó.
En los resultados totales de la elección, para los ayuntamientos, el partido amarillo obtuvo sólo el 1.5% de la votación válida, quedando incluso por debajo de los candidatos independientes; en su candidatura conjunta con el PAN, sólo obtuvieron 7 mil 335 votos.
Diego Urías recalcó que su partido no contó con una prerrogativa estatal que le permitiera acceder a recursos desde antes de las elecciones, situación que se mantiene debido al bajo rendimiento en los resultados pero que no impedirá los trabajos entre la dirigencia y los militantes.