A pesar de que el diferencial del salario se ha reducido notablemente en las últimas décadas en el país, aún existe un gran reto para lograr igualar los salarios de hombres y mujeres por las mismas jornadas de trabajo.
Según datos del IMSS el salario base de cotización en enero de 2019 fue de 13% menos que el de los hombres, cuando en 1997 era de hasta un 25%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que México acortó considerablemente su diferencia salarial en el último año reportado que fue 2017, mismo avance que le permitió escalar un peldaño en el Women in Work Index 2019, colocándose en el lugar número 32 de 33 países que integran la OCDE, es decir, prácticamente el último lugar, aventajando solamente a Korea.
El Women in Work Index 2019 estima, que si las naciones con índices más alarmantes en este sentido, aumentaran el empleo femenino a los niveles de Islandia y Suecia que encabezan la lista en primero y segundo lugar, las economías podrían crecer hasta en un 16% más, representando al rededor de 291,000 millones de dólares.
Durante el año las mujeres en México deben trabajar hasta 35 días más para igualar el salario de un hombre, existiendo una desventaja incluso en las condiciones laborales, sobre todo para aquellas menores de 30 años. Además, las mujeres empleadas dedican hasta 42.8 horas extras a la jornada laboral, para realizar acciones domésticas.
A finales de 2018, 44 de 100 mujeres formaban la fuerza laboral, contra 42 de 100 en 2005, es decir que en más de una década solo dos mujeres por cada cien se sumaron al mercado laboral.
Las mujeres en relación con los ingresos aún se colocan en una condición de vulnerabilidad que afecta su autonomía y empoderamiento económico.
En el mes de febrero de 2019, mediante la integración en la agenda legislativa de derechos humanos de las niñas y las mujeres, representantes de organizaciones de la sociedad civil, propusieron integrar acciones precisas para avanzar en la igualdad laboral entre mujeres y hombres, justicia para las trabajadoras domésticas, permisos de paternidad y atención médica para mujeres.
Durante dicho foro se planteó la urgencia de impulsar una ley que obligue a los empleadores a pagar el mismo salario entre mujeres y hombre por el desempeño de actividades iguales.