Megaconsultas ciudadanas

19 de Noviembre de 2018
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Querétaro, 19 Noviembre 2018.- Poco queda de aquel 1 de julio de 2018, en el que la histórica participación ciudadana en México, defendía su derecho al voto, a elegir a sus autoridades, exigiendo solo respeto y respaldo a la decisión de la mayoría. A casi cinco meses de ese suceso democrático que le daba la vuelta al mundo, hoy la ciudadanía se debate entre su derecho a continuar una vida democrática y el respaldo al nuevo Presidente Electo.

Y es que pareciera que el mismo 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador hubiera tomado protesta como Presidente de México. Hasta los memes se olvidaron de Enrique Peña Nieto, quien ahora luce un semblante, sereno, contento, como si la presión de los más de 129 millones de mexicanos ya no pesará más en sus hombros.
AMLO tomo las riendas de su avasalladora popularidad y a escasos 10 días de tomar posesión oficial como Jefe del Ejecutivo Federal, se prepara incluso para presentar un informe de las actividades que ha desarrollado durante este tiempo.

Sin embargo, el ambiente de confianza y de esperanza parece esfumarse de poco a poco. Se habla de promesas ya incumplidas, de expectativas generadas fuera de la realidad y de un ambiente económico que no le sonríe para nada al nuevo Gobierno.

Si bien la participación ciudadana es la base de una democracia, los ganadores Morenistas la han llevado como estandarte, dando cumplimiento de someter a la opinión pública las decisiones más importantes en relación a inversión, obra pública y hasta forma de gobernar, sin embargo, la forma de llevarlo a cabo pareciera no ha sido la más atinada, pues el proceso se encuentra ya manchado por la desconfianza y desaprobación no solo de grupos y líderes nacionales, sino hasta internacionales.


La pasada consulta sobre el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México que se realizó del 25 al 28 de octubre, mostró un proceso poco transparente y lleno de fallas que sesgan completamente un resultado, defendible por el próximo Gobierno entrante, a pesar de los señalamientos tan puntuales que se han presentado no solo por la sociedad, sino hasta por propios especialistas en el tema de hacer encuestas.


Y si eso es poco, sus resultados más impactantes se vieron reflejados en un decaimiento brutal de la bolsa mexicana de valores, y la cosa no para, pues ahora México hila dos semanas al alza con el indicador –riesgo país- que refleja la posibilidad de que incumpla en los términos acordados por el pago de su deuda externa, reflejo de un panorama económico nada alentador y con retos meramente relacionados con la falta de confianza y credibilidad a la nueva administración federal por parte de inversionistas.

La próxima MEGACONSULTA a realizarse será este próximo fin de semana -24 y 25 de noviembre-, lo curioso es que a pesar de las consecuencias que trajo la anterior, está, seguirá bajo el mismo esquema y proceso, contemplando ahora la aprobación o desaprobación a 3 proyectos de infraestructura y 10 programas sociales, algunos incluso ya hasta con fecha y presupuesto de arranque, vaya ironía.
Existen muchas dudas dentro de la ciudadanía del porque la premura para realizar este proceso, la respuesta es sencilla, al tomar protesta como Presidente de México, tendrá que apegarse a la normatividad existente en la carta magna, la cual estipula en su artículo 35 que las consultas ciudadanas podrán realizarse mediante convocatoria por el Congreso a petición del Presidente o de una tercera parte de los legisladores o por ciudadanos que reúnan el dos por ciento de firmas de los inscritos en la lista nominal de lectores, y que sean organizadas por el INE.

Pero no se preocupe amigo lector, el Congreso Federal ya se prepara para la reforma constitucional de este artículo, para oficialmente permitir que la vacilada que hoy resultan las MEGACONSULTAS sea oficial.


Lo cierto es que de acuerdo o no, debemos continuar participando de la mejor manera desde donde nos corresponda. El pueblo de México ya dio muestras de lo que puede lograr cuando la inmensa mayoría se une y requiere ser tomado en cuenta.


Toda instancia tiene derecho a recapacitar y mejorar sus procesos por el bien de todos, ya que de continuar así no habrá sustentabilidad económica que alcance y eso a nadie conviene.

Así que hagamos lo que nos corresponde de forma correcta, en espera de que el 1 de diciembre también traiga consigo una forma de gobernar coherente, honesta y prudente ante un noble pueblo mexicano que exige una vida mejor, con condiciones de igualdad para todos y para todas, independientemente del color que gobierne.