MARKETING, marketing, marketing. Una palabra que evolucionó con más fuerza en los años 70 y que en el siglo XXI ha cobrado una fuerza impresionante, al grado que todos creemos saber de él y llevar un mercadólogo dentro.
Existen varias definiciones acerca del marketing, pero sin lugar a dudas me quedo con una del gran Philip Kotler, considerado como el padre del marketing moderno: “El marketing es llevar los productos o servicios adecuados a las personas adecuadas en los lugares adecuados y en el momento adecuado, con el precio adecuado y las comunicaciones y promociones adecuadas”.
Suena fácil, no, todo ADECUADO, pero sin duda se requiere de experiencia y ganas de evolucionar bajo un criterio innovador y creativo, que nos permita ver más allá de la famosa caja. Así es el marketing: innovación y creatividad derrochando por todos lados.
Por mucho tiempo y aún en la actualidad, se le dio un papel de poca importancia, en el que los directivos pensaban que de ahí solo salían las campañas publicitarias bonitas, es más, me atrevo asegurar que existen aún espacios en donde no alcanzan a distinguir todavía la diferencia del área de comunicación social y mercadotecnia.
En mi formación orgullosamente soy Licenciada en Mercadotecnia, y no escapo de los comentarios de: “hay que padre, realizas comerciales”, o bien el de: “claro, lo de las 4P” esas famosas “P” que en cualquier curso de administración nos enseñaron como el todo de la mercadotecnia.
Sin embargo, cuando conoces el verdadero ADN de la mercadotecnia puedes comprender que está diseñada para desarrollar estrategias con resultados garantizados.
Sí, el MARKETING, adquiere esa facilidad de análisis de cualquier cosa, para convertirla en una estrategia que genere la necesidad del cliente prospecto ante cualquier producto o servicio.
Podemos darnos cuenta con ello, que hay que adentrar a todas las áreas de una empresa o negocio para poder desarrollar la mejor de las ideas en base a todo lo que acontece hacia adentro, desde el análisis de la situación, hasta la satisfacción de los clientes con los productos y servicios.
El MARKETING pasa del empaque, del diseño, a la parte medular en donde se miden no sólo las necesidades del cliente, sino las de la propia organización, dispuesta a conquistar el mercado de forma despiadada.
Y lo mejor aún, el MARKETING, rompe paradigmas, no sólo del mercado sino de las entrañas donde se cocinan los productos y servicios. Es mucho más que las 4P, es comunicación, conveniencia, experiencia, intercambio, planeación, innovación, creatividad, finanzas.
Orgullosamente cuando me preguntan ¿a qué te dedicas?, mi respuesta siempre será: “tengo el privilegio de desarrollar la estrategia perfecta para mejorar las condiciones y generar resultados que impacten el crecimiento y posicionamiento en todo su entorno”.
El mundo evoluciona rápidamente. Cuando las marcas apenas se están acostumbrando a ciertas tendencias para desarrollar su estrategia de marketing, las reglas cambian y deben adaptarse por completo. En marketing el día a día consiste en renovarse o morir.
Así que, si aún no cuentas con un área de Marketing en tu negocio o empresa, será imprescindible tomar la decisión ahora mismo de incluirla en tu organigrama, de darle la importancia que las grandes MARCAS le dan, explotando las ventajas y oportunidades que te da contar con experiencia e innovación a la hora de salir a competir.
Ordenando el interior nada nos puede fallar afuera, entonces, ordena el interior, si aún no lo haces, rediseña tu organigrama y deja que los expertos en mercadotecnia se metan hasta la cocina, generando esquemas de mejora en áreas de venta, finanzas, recursos humanos, promoción y alianzas comerciales.
Recuerda que todo crecimiento comienza por una solución con éxito comercial, y cuando realmente trabajas con pasión y entrega haciendo lo correcto, rodeándote de los mejores,los resultados no pueden ser diferentes al éxito.
