FACTURACIÓN 3.3

20 de Noviembre de 2017
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No hay nada más atenuante que la incertidumbre que generan los cambios. En las últimas dos semanas me han preguntado mucho respecto a la aplicación obligatoria de la famosa FACTURACIÓN 3.3 del SAT a partir del 1 de diciembre.

Es por ello que el día de hoy tratare de explicar un poco este “terrible” hecho, como la mayoría los describe, y que tiene a administradores, contadores y financieros principalmente pendiendo de un hilo.

Y es que ante este cambio en el sistema de facturación, tal vez lo difícil se torna en la falta de procesos y planeación al interior de las organizaciones o personas físicas, y ante la necesidad de nuestro sistema tributario de saber con exactitud los andares de negocio y la regulación del pago de impuestos “justo” y “equitativo” (esperemos que así sea).

Déjenme contarles primero, que este proceso lleva casi dos años de haber comenzado, y si, ya que a partir del 2015 que entró en vigor obligatoriamente la facturación electrónica, las versiones sistemáticas para generarlas llegaron, y fueron evolucionando y perfeccionado el documento, al mismo tiempo de invitar generosamente al cumplimiento a toda aquella persona que se dedica a la vida comercial. Hoy en día se presume que se realizan más de 200 facturas por segundo, imagínense ustedes.

En el artículo pasado hablamos acerca de la PLANEACIÓN y la importancia de medir los riesgos y desaciertos a través de procesos definidos, que nos permitan modificar la estrategia o permanecer para lograr nuestros objetivos, y ante la FACTURACIÓN 3.3 era imposible no sacar a flote este importante tema, ya que si bien es cierto será obligatoria a partir del 1 de diciembre, esta disposición entró en vigor desde el pasado 1 de julio. Aquí valdría la pena analizar ¿qué hicimos?, ¿qué dejamos de hacer?, y lo más importante si estos casi cinco meses fueron los suficientes para estar listos ante la próxima fecha.

Porque por más que reneguemos, la realidad es que si queremos seguir sobreviviendo en el movimiento económico de México, aunque no nos guste, debemos estar alineados a las reglas del SAT.

Ya lo dijo memorablemente el famoso filósofo y político británico Edmund Burke: “agradar cuando se recaudan impuestos y ser sabio cuando se ama son virtudes que no han sido concedidas a los hombres.” Porque por supuesto, que a nadie nos agrada pagar impuestos.

Pues bien, aquí les van los 5 cambios más destacados de la FACTURACIÓN 3.3:


1.-Contempla la validación de existencia del RFC emisor de la factura, debido a las múltiples facturas “patito” que se realizaban y que a la hora de realizar la validación contra los registros recibidos ante el SAT no existían, perjudicando en todo momento al receptor quien confió en que se trataba de un documento legal, que al final no pudo deducir al ser inexistente.




2.-Otro de los grandes cambios, será la autorización del “cliente” para poder realizar la cancelación o re-facturación de una factura. Aquí, quiero precisar con mi propia experiencia, que más que complicación representa una ayuda enorme para los administradores y contadores, pues al estar regulado no habrá discrepancia entre el gasto que se registra y el validado ante el SAT. Es muy molesto, cuando nadie te avisa que por error o dolo te cancelan facturas que tenías contempladas dentro de tu gasto, haciendo que los resultados contables finales, difieran con los estimados.

3.-Aunque usted no lo crea, en este punto, se trata de realizar el cálculo exacto del IVA, ISR, IEPS, si, así es, ahora el sistema realizará la operación automáticamente, evitando con ello diferencias fiscales, que pueden costar caro en una revisión de esas a las que todos huimos y que suelen llamarse “auditorias del SAT”.

4.-Existirá ahora, un catálogo universal al que debemos homologar nuestro giro comercial, contando con un registro único para cada producto que tendrá la fiel encomienda de definir si existe un impuesto al consumo como IVA o IEPS.

5.-En el tema de los pagos, se tendrá que emitir un comprobante fiscal por cada pago realizado en relación a las facturas a crédito y por parcialidades. Además de especificar la moneda, y si se reciben pagos que no son dinero, ya sea en especie o por compensación.


Pues bien como nos hemos dado cuenta, se trata de actualizaciones de información que todas las organizaciones y personas físicas deberían de tener contempladas, dentro de su contabilidad analítica y sus procesos financieros. Esto con el único fin de contar con información saludable y precisa que permita tomar las decisiones correctas a la hora de inclinar la balanza hacia un lado o el otro.

Sé que cuando se trata del “SAT” a todos se nos ponen los pelos de punta, pero consideró que ante un proceso obligatorio debemos considerar las ventajas y áreas de oportunidad que representan para una mejor organización e información respecto a nuestros negocios. De nada nos servirá fijarnos en lo desagradable si al final del día será inevitable.

Sé que cuesta trabajo, pero la realidad es que el que mejor se adapta y eleva su potencial a la mejora continua, no tendrá problemas en implementar un proceso más y en ello ver, el área de oportunidad que representa.

En otra ocasión espero escribirles respecto a la Contabilidad Financiera y Analítica, y créanme se sorprenderán de la falta y necesidad de la contabilidad analítica para todo buen negocio, próspero y redituable. En breve les comento que la contabilidad financiera es aquella que cumple prácticamente con todas las obligaciones fiscales, y la analítica es la que se mete hasta la cocina para no dejar que escape nada y evitar riesgos financieros.

Así que mis apreciables lectores, espero haberles podido ayudar en algo y si aún hay más dudas les recomiendo hacer uso del documento “ANEXO 20 VERSIÓN 3.3” el cual es el oficial para disipar dudas y que con mucho gusto les dejo la liga para que puedan ingresar. http://www.sat.gob.mx/informacion_fiscal/factura_electronica/Documents/PregFrecCFDIVer3_3.pdf.

Y recuerden que todo cambio siempre debe ser para mejorar, y el que más rápido se adapta tiene la ventaja de discernir aquello que realmente es superfluo, y centrarse en lo que puede ayudarlo a producir con mayor rapidez y calidad.