De acuerdo con la FGE, más del 35% de estos casos ocurren en los tramos carreteros del estado o en las vialidades que puedan superar los 80 kilómetros por hora; mientras que el 65% se puede repartir en vialidades urbanas con diferentes causales como distracciones o injerencia de bebidas alcohólicas.
De los accidentes que ocurren en tramos carreteros o federales, más de la mitad refieren a fallas mecánicas de sus unidades, principalmente causadas por exceso de peso o daños en el mecanismo de frenos con velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora.
El trimestre de mayo a julio ha sido el más violento para conductores en lo que va de este año, con un total de 85 homicidios en accidente de tránsito ocurridos durante aproximadamente 90 días.
La cifra de este tipo de homicidios incluso supera a la de los cometidos con arma de fuego, pues estos únicamente contabilizan 111 casos durante el mismo periodo de tiempo.
Durante los primeros 7 meses del 2020, estos casos contabilizaban 172 casos, lo que refleja un ligero incremento en la movilidad de vehículos tras el confinamiento por la pandemia.
En el Código Penal del Estado de Querétaro, el artículo 76 impone penas de entre 2 a 8 años de cárcel a quien cometa un homicidio específicamente en un accidente de tránsito, además de que las penas aumentan dependiendo otros factores como estado de ebriedad u omisión en el accidente.
En caso de que el conductor causante se encuentra bajo la influencia de alguna sustancia nociva, la pena puede aumentar desde la mitad hasta una cuarta parte, es decir de 12 a 15 años totales; en caso de no prestar auxilio a la víctima o darse a la fuga, pueden ser ente 10 y 13 años de prisión adicionales.