A poco menos de dos meses que dé inicio la nueva administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador, todos los sectores levantan la mano desde su trinchera para asumir su compromiso de trabajar con el Gobierno entrante, pero al mismo tiempo para defender sus propuestas y exigir los apoyos necesarios para mejorar sus producciones e ingresos económicos.
Hace unas horas fue el turno de los GANADEROS, mediante la junta de consejo de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) en voz de su Presidente Oswaldo Cházaro Montalvo, quien representa a más de 800 mil productores mexicanos, y que en general han manifestado su compromiso por cerrar filas para colaborar de forma institucional con López Obrador.
Y es que hace unas horas también, el virtual ganador de la Presidencia de la República ha señalado que será muy difícil cumplir con todas las expectativas que se han generado.
Sin embargo, el SECTOR GANADERO ha tomado la batuta resaltando la importancia de su actividad y obligando a que las mesas de trabajo se abran de forma inmediata, para comenzar el desarrollo de las estrategias en favor de dicho sector.
Los GANADEROS tienen claro dos situaciones, la primera el compromiso que López Obrador realizó durante su campaña, manifestando en todo momento el impulso a las actividades agropecuarias para reactivar la economía interna; y por otro lado, la importancia de su rama en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
México ocupa el lugar número 12 como productor de alimentos en el mundo, y la comercialización de productos agroalimentarios genera más divisas que lo que ingresa por la venta del mismo petróleo, turismo y remesas.
Ambas partes saben la importancia de su participación en la economía mexicana y los GANADEROS aprovecharán esta situación para resolver algunas situaciones en las que no han sido favorecidos en el pasado.
En primera instancia la CNOG ha dejado claro que seguirá atenta y no bajará la guardia y presión, para que se llegue en buen acuerdo el cierre del TLCAN, ya que actualmente se exporta más carne y ganado en pie a Estados Unidos, que lo que se importa de ese país, sin dejar de lado el abasto nacional y las nuevas estrategias que dan rumbo a nuevos mercados internacionales.
Por otro lado, los productores fueron muy severos en solicitar que las importaciones de leche sean sustituidas por el lácteo nacional, el cual han pedido sea vendido a través de Liconsa para eliminar la leche en polvo.
El SECTOR GANADERO tiene claro cuál es su posición estratégica en la economía nacional, pero ante todo tienen claro, cuales son las áreas de oportunidad y fortalecimiento que requieren atención de forma inmediata.
Aún no inician las mesas de trabajo, y ya cuentan con un diagnóstico preciso en el que señalan rubros como la homologación de la regulación de inspección de los rastros municipales, agilidad en los trámites burocráticos, el acceso al crédito de forma más viable, comercialización e impulso a la productividad y hasta la revisión de la normatividad sanitaria.
El reto no es nada fácil, pero requerirá de un compromiso y cumplimiento por parte del nuevo Gobierno Federal y ellos lo saben, tan es así, que a finales del pasado mes de agosto, López Obrador anuncio un acuerdo ganadero con países centroamericanos que consiste en la compra de novillos para darlos a productores mexicanos en un esquema de crédito a la palabra.