“Sí se sintió una desaceleración generalizada los primeros tres meses, es más, a finales del año pasado se sintió un contracción del sector privado, a lo que voy es, en manera general, siguen llegando empresas, por todo lo que se ha trabajado anteriormente”.
Esa inercia positiva de Querétaro permitió tener números positivos en la entidad, indicó al resaltar que los primeros cien días del gobierno federal se caracterizaron tanto por puntos a favor como en contra.
En los puntos negativos del gobierno destacó la cancelación del aeropuerto, que generó incertidumbre a inversionistas extranjeros. Tampoco abona, dijo, carecer de un proyecto a largo plazo para hacer más eficiente la labor en Petróleos Mexicanos.
Lamentó el retiro de recursos a organismos, así como la desaparición de instituciones autónomas que sí contribuían al crecimiento del país y, específicamente, a respaldar a los emprendedores.
“La parte positiva es que ha sido un presidente muy cercano, que ha estado muy aterrizado, muy pendiente de las personas que han estado en una situación más vulnerable, eso lo vemos bien. También vimos muy bien el presupuesto con austeridad, eso reflejo certidumbre, que era lo que necesitábamos”.
Avaló el combate al robo de combustible, aunque la medida, estimó, registró tropiezos y, por último, reconoció los diálogos que permitieron crear la Guardia Nacional, de la que aún falta construir las Leyes Secundarias.