En entrevista con Notimex, el especialista del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ) refirió que hay para quienes la democracia consiste en elegir a sus representantes y que ellos tomen decisiones.
Pero también hay quienes conciben que los representantes son elegidos, pero los representados son los que mandan a través de estos ejercicios de participación ciudadana, específicamente en temas importantes y trascendentales, comparó.
“Entonces, entre quienes promueven las consultas y quienes las consideran innecesarias hay una diferencia que no es legal ni constitucional, sino ideológica, son formas diferentes de concebir la democracia, y eso no quiere decir que alguna de las dos visiones esté equivocada”, apuntó.
Otro punto a considerar por Vado Grajales es que las consultas ciudadanas ya están previstas en las leyes y en la Constitución Política.
El consejero electoral recordó que Andrés Manuel López Obrador fue muy claro durante su campaña presidencial en el sentido de que haría valer los mecanismos de participación ciudadana, en caso de ganar la elección, como ocurrió.
Adicionalmente, la consulta nacional para la ubicación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México y las declaraciones del hoy presidente electo confirman que la idea del próximo gobierno es utilizar estos mecanismos y abrir la posibilidad de que sean solicitados por los propios ciudadanos.
“Entonces, lo más seguro es que en los próximos seis años nos enfrentemos a una realidad política en la que estos ejercicios sean cosa común”, enfatizó.
Respecto a qué temas pueden y deben ser consultados a la ciudadanía y qué otros deben ser decisión de Estado, Vado Grajales fue claro al señalar que ese aspecto no se debe tomar a priori, sino que tiene que ser en el ejercicio de gobernar.
Puso como ejemplo la consulta ciudadana en el municipio queretano de El Marqués para determinar si se entregaba en concesión o no el servicio de recolección de basura.
Otro ejemplo que puso el especialista fue la consulta en un pequeño municipio del estado de Yucatán, a fin de determinar si se construía o no una cancha de futbol en un terreno del gobierno local.
“Ahí los pobladores estaban metidos en el tema porque el municipio tenía pocos terrenos y los habitantes querían tomar la mejor decisión para el uso de esos espacios”, refirió.
En consecuencia, no se puede trazar una línea absoluta donde se especifiquen los temas que decide el Estado y los temas que decide una consulta ciudadana.
Más bien, la política es fluida y debe haber flexibilidad en cuanto a los temas a decir de una u otra formas, tomando en cuenta factores fundamentales como la relevancia y pertinencia del asunto, su impacto económico, la trascendencia a mediano y largo plazo, etcétera.
“Parece que vamos a tener presentes las consultas ciudadanas, es positivo que se consulte al pueblo”, consideró Luis Octavio Vado Grajales.