Pero ahora, comienza un proceso también de reflexión y minucioso análisis, el proceso de CONTRATACIÓN de quienes gobernante tendrán la encomienda de dirigir y administrar a nuestro país, no solo desde la presidencia de la república, sino también desde lo local, desde las alcaldías, las diputaciones y demás cargos de elección popular.
Las campañas electorales nos alcanzaron. Comienza la época en la que por cada paso que demos será inevitable no encontrarnos con anuncios publicitarios tratándonos de convencer, que todos los candidatos son los mejores y que debemos votar por ellos.
A lo largo de la historia de México hemos sabido y visto lo complejo que puede tornarse un proceso de elección popular, pero en este 2018 sin duda, será aún mayor, ya que nos encontramos ante un SISTEMA POLÍTICO prácticamente descalificado por su sociedad.
Una sociedad a la que se deben y la cual le llegó el momento de convencerse que es ella y nadie más la que elige el CURRICULUM ideal para otorgar el puesto vacante, y del cual los ciudadanos somos los únicos que debemos tomar la decisión de a quien contratar.Apreciable lector, que pasaría si de aquí en adelante nos centramos en este PROCESO ELECTORAL como en un PROCESO DE CONTRATACIÓN. Pongámonos en el papel de que somos los dueños de la EMPRESA “MÉXICO” y nos corresponde analizar y decidir a quienes queremos que administren y manejen nuestros recursos de la mejor manera; nada diferente a cuando cualquiera de nosotros y nuestros compatriotas se acerca a pedir trabajo, tanto en la iniciativa privada como pública. Porque así es, hoy todos nuestros candidatos están inmersos en un proceso de selección de personal donde buscan cubrir las expectativas necesarias para el PUESTO VACANTE.
Y a partir de ahora, comienza la última etapa del proceso de selección hasta llegar a la decisión final el próximo domingo 1 de julio. Entonces enlistemos los puntos que debemos considerar para la contratación de nuestros gobernantes:
1.- EXPERIENCIA Y PREPARACIÓN: analicemos sus resultados. Tenemos una gran ventaja la mayoría de los candidatos ya han pasado por otro puesto público, por lo que hacer una comparación de los resultados emitidos en sus anteriores trabajos, por supuesto que nos brindará un escenario más claro. No se diga con el tema de la reelección, esta tan reciente su actuar, que no necesitamos voltear al pasado. ¿Actuó con transparencia? ¿Cumplió lo que prometió?
2.- HABILIDADES Y PROPUESTAS: hagamos aquí un análisis FODA para determinar quien realmente se encuentra centrado en las debilidades y puntos fuertes propios de nuestra empresa “México”, así como las amenazas y oportunidades.
En ningún lugar contratarían a alguien que no esté centrado en las necesidades de la empresa, así que definitivamente aquel que este alineado con lo que los ciudadanos requieren para desarrollar un entorno pleno, tendrá una gran ventaja. Y no se diga si cuenta con ideas claras y precisas para resolver los problemas principales que confronta la sociedad.
3.- DE QUIEN SE RODEA: las personas de las que se rodea, comparten los mismos atributos y creencias regularmente, y sobre todo influyen en la toma de decisiones de los CANDIDATOS, en su mayoría incluso, formarán parte de sus EQUIPOS de TRABAJO. Es por ello que debemos analizar quienes son sus asesores, sus acompañantes políticos.
4.- ¿QUÉ TIPO DE PERSONA QUIERES EN EL PUESTO?: el mejor candidato siempre será aquél que en la suma de sus cualidades pueda establecer las profesionales y personales.
Tales como honestidad, integridad, confianza, liderazgo y competitividad, pero sobre todo aquel que pueda demostrar por encima de los demás un valor agregado. Ese valor que la sociedad hoy exige para trabajar en el beneficio colectivo y no el particular. En donde el GOBERNAR constituya una función pública y no un negocio personal.
5.- ¿POR QUÉ DEBO CONTRATARLE?: ¿Qué tiene él que no tengan los demás? Queremos contratar a alguien que simplemente necesita un empleo o a quien de verdad le estemos ofreciendo el puesto de sus sueños para mejorar su entorno, para demostrar que se puede como se debe.
Debemos contratar a quien con hechos le quede claro, que existe un hartazgo hacia una “vieja” forma de hacer política; y que si los CIUDADANOS tenemos los GOBIERNOS que merecemos, es hora de pagar la deuda pública con una sociedad tan noble que exige resultados concretos y una buena administración pública de sus recursos, que no ha hecho otra cosa más que confiar.Pues bien, tendremos el suficiente tiempo para analizar y decidir quiénes serán las mejores opciones. Recordemos que tenemos la obligación y la responsabilidad de participar y una forma correcta será no dejando escapar ningún detalle, siendo conscientes que de la participación ciudadana, depende un resultado democrático diferente.
La mejor forma de manifestar nuestro desconcierto y lo que queremos, será sin duda, con un VOTO INTELIGENTE, un voto bien direccionado, a la altura de grandes MEXICANOS, un VOTO que a la hora de contar refleje en número realmente a la mayoría de los ciudadanos.
Y al momento de emitir nuestro voto, no debemos olvidar que así como muchos de nosotros hemos pasado por un proceso de selección de personal, en donde sino cumplimos con el perfil, sino estamos en coordinación con las necesidades de la empresa, institución o negocio, simplemente NO SE NOS CONTRATA, entonces ¿cuál sería la diferencia en un CARGO DE ELECCIÓN POPULAR?