Arriban a Querétaro 4 mil integrantes de la caravana de migrantes

10 de Noviembre de 2018
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Querétaro, 10 Octubre 2018.- El grupo de migrantes que pernoctó la noche del viernes en el Estadio Corregidora continuó a las 5:00 horas su camino rumbo a Palmillas, sin embargo a partir de las 9:00 horas comenzó a llegar el contingente más grande de la caravana de migrantes que busca llegar a Estados Unidos en busca de un mejor futuro.



Algunos conductores que supieron de la caravana decidieron poyarlos y darles un raite de la Ciudad de México a Querétaro, sin embargo fueron cuidados en buscar a grupos en los que hubiera mueres y niños.


Tal es el caso de Jorge Fonseca, quien supo de la indolencia por la que atravesaban los migrantes y decidió buscar alguien aprovechando que él estaba allá y tenía que venía a Querétaro donde vive.



“Venía por el segundo piso y bajé a buscar a alguien que tuviera niños y me topé con una mujer con sus hijos. Yo me vine de México a vivir para acá por la inseguridad y bueno también sé que hay gente que se está haciendo pasar por migrantes para asaltar y venir solo con cuatro desconocidos es difícil por eso busqué a una mujer con niños”.


En pequeños grupos fueron arribando a distintos puntos de Querétaro, el contingente que partió de la Ciudad de México, donde les dieron casas de campaña, cobijas y comida.



En trinomios conformados por personal de la Defensoría de los Derechos Humanos, Bomberos, Cruz Roja o Protección Civil, recorrieron el centro de la ciudad y la carretera 57 para llevarse a los migrantes al Estadio Corregidora, mientras que habían arribado mil personas al albergue del Macrolibramiento Palmillas-Apaseo, al que acudieron 980 personas.



En ambos sitios las autoridades estatales y municipales los están dotando de alimentos, servicios médicos para atender enfermedades y un espacio de descanso.


Katia Sánchez, de 32 años, se dijo un poco preocupada porque su hermana, quien la acompañaba en  la caravana se quedó rezagada y ahora no sabe en qué grupo está.



Dijo que Gaby, tienen una niña de 11 meses por lo que le preocupa mucho saber de ella y sobre todo saber cómo está, sin embargo dijo que por fortuna hay gente con la que se ha apoyado dentro dela caravana pues ella viene con una niña de cinco años.


A pesar de que sabe que la Policía Fronteriza los está esperando, ella asegura que a como dé lugar van a pasar pues no es opción regresar a su país porque no hay trabajo.



“Cuando la gente comenzó a venirse allá muchos negocios cerraron porque ya no vendíamos nada, yo tenía una chiclera pero la gente dejó de ir al mercado, así que decidí unirme a la caravana con la que salí desde hace un mes de Honduras”.



Confió que en con el favor de Dios podrá llegar a Estados Unidos donde sólo busca conseguir un buen trabajo, que le permita tener una casa y un negocio y quizás hasta después regrese pues asegura que el resto de su familia, incluyendo otro hijo se quedó en Honduras. (Katia Lemus)