El Instituto Nacional de Estadística y Geografía –INEGI- dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del 2018, la cual arroja que el 61.2% de esta población activa, está enfocada en el sector terciario o de los servicios, mientras que el 25.6% en el secundario o industrial y el 12.7% en el sector primario.
La ENOE destaca que el 68.1% de los mexicanos son trabajadores subordinados y remunerados, es decir cerca de 37 millones de personas dependen de las fuentes de empleo creadas por los inversionistas, los cuales se agrupan en un escaso 5%.La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas que se realizan con distinta intensidad, mientras que algunos trabajan menos de 15 horas a la semana, existe otro extremo cercano al 30% que labora por encima de las 48 horas semanales.
En relación a la informalidad laboral, la ENOE indica que 30.7 millones de personas están segmentadas en el trabajo no protegido, incrementando en un cercano 2% en relación al 2017. De ahí el tema que ha venido empujando fuertemente los congresos locales y nacional, para resolver la disparidad del empleo informal y comenzar la regulación en trabajos como los relacionados a la actividad agropecuaria y el servicio doméstico.
La informalidad laboral será sin duda tema de la agenda pública por tiempo, ya que su alza sigue en aumento, tan solo durante febrero del 2019 la proporción de mexicanos en el sector informal representó el 57.73% de toda la fuerza laboral, siendo el nivel más alto desde agosto del 2016, significando un retroceso.
Acompañando a este movimiento negativo, el desempleo será otro factor que los gobiernos actuales deberán mantener en la mira y desarrollar estrategias para abatir. La tasa de desocupación sigue en aumento, tan solo en las regiones urbanas, 4 de cada 100 personas económicamente activas se encuentran en busca de un trabajo sin conseguirlo.
La ENOE señala puntualmente cuales son los temas a ocuparse y resolver, pues el retroceso más pronunciado en materia laboral se observó en el porcentaje de la población ocupada bajo condiciones críticas de empleo, y 2019 no sigue siendo la excepción, pues al cierre de febrero se registró que 20 de cada 100 trabajadores tienen jornadas excesivas o ingresos inadecuados, el nivel más alto desde que se tienen registros de la ENOE en el 2005.