Marina Liliana Ruiz Carrasco, presidenta de la asociación ASQUI, Asociación Queretana de Interpretes en Lengua de Señas; junto Alejandro Arriaga Hinojosa, presidente de la Comisión de Personas Sordas del Estado de Querétaro y Adriana Puebla Padilla, forman parte de las 7 personas que representan a la sociedad civil y especialistas en discapacidad como parte de la Comisión Externa de la CEDH.
“Todo inicia debido a la convención de los derechos de las personas con discapacidad que fue ratificada por México y dentro de sus artículos menciona que debe de existir en cada entidad un comité técnico que de forma independiente realiza un monitoreo estatal en relación a los derechos de las personas con discapacidad”, explicó Liliana Ruiz.
Agregó que cuando no se genera un clima inclusión, el propósito de los integrantes es que exista un vínculo de comunicación en este caso en particular para con las personas sordas y su relación con los oyentes.
“Esta es una de las discapacidades menos visibles pero más severas; donde lamentablemente ni el INEGI proporciona una cifra concreta debido a que no voltean a ver esta discapacidad, generalizan a todas las discapacidades pero ha aumentado de un 10 a un 11 por ciento de la población en el Estado”, detalló la intérprete.
La Comisión de Personas Sordas del Estado de Querétaro, ha manejado cifras de que al menos unas 600 mil personas en el estado tienen sordera; sin embargo los representantes de la comisión señala la necesidad de un censo real que contemple a todos los municipios y especifique el tipo de discapacidad que viven.
Cabe señalar que la interprete certificada en Lengua de Señas Liliana Ruiz, ha brindado capacitaciones con empresas de San Juan del Río, logrando un ámbito de inclusión en el tema laboral, lo que además de beneficiar a los trabajadores genera áreas de oportunidad para la industria.
Finalmente Ruiz Carrasco indicó que por desconocimiento se ven vulnerados los derechos de otras personas, por lo que realizó un llamado a ejecutar acciones con empatía y tratar de conocer el mundo del silencio.
“Un mundo de silencio donde no tienes acceso a la justicia, a la educación, a un empleo, a la recreación o a un servicio de salud digno porque nuestras autoridades no tienen la suficiente sagacidad de entender que tiene derechos estas personas como cualquier otra y sobre todo tiene derecho a ser atendidos en su propia lengua”, finalizó.