Caracterización que en su momento hiciera el recientemente malogrado actor Héctor Suárez .
Y es que el buen Eleazar después de dejar su terruño, llegó a San Juan del Río como el “mil usos” en busca de un trabajo y en compañía solo de su mujer, hoy tiene una hija de 15 años.
Tratando de mejorar su calidad de vida, comenzó a lustrar calzado por las calles de la ciudad, pero la realidad es que la hecho de todo, vende papas, tostadas, pambazos, dobladitas gelatinas, paletas, ha sido mesero, garnachero, acarreado en eventos políticos, y hasta maestro de baile. Incluso laboró en la administración municipal un tiempo como personal de limpieza,
Aquí en San Juan del Río es ya conocido por todos, ya que lo mismo acude con sus productos a las dependencias de los tres niveles de gobierno, que a las casetas, antros, gasolineras y todos los lugares donde la gente tenga la necesidad de alguno alimento de temporada o de acuerdo al horario, trabaja todo el día. Y parte de la tarde noche.
Y señala “tengo el gusto de ser mi propio patrón, y de acuerdo a las circunstancias me adapto para poder vender mis productos que elaboro yo propiamente con la ayuda de otra persona, ya que me separe de mi esposa, pero la sigo apoyando con los gastos familiares, mi hija aun es menor de edad”, relata el “Capas”.
Esta es la breve historia de Eleazar Morales, quien con su gran esfuerzo logró edificarle una modesta vivienda a su familia en la comunidad de El Rodeo y el simple y sencillamente no se raja y sale a la calle a vender sus correspondientes productos, aseverando que a él en lo particular, esta pandemia le ha favorecido ya que se han incrementado sus ventas”.