De acuerdo a estudios científicos, los efectos sobre el ser humano de estas ondas radioeléctricas siempre han estado en boca de críticos y comunidades sociales enteras, con diversos argumentos.
Desde que las antenas móviles causan cáncer, dolores de cabeza o extrema sensibilidad a los campos eléctricos que nos rodean allá donde vamos.
Se sabe que efectivamente, estas emisiones pueden llegar a producir cambios en la membrana de las células y alterar los flujos de algunos iones, como el calcio, así como aumentar la temperatura corporal en algunos grados.
De ahí que los propios habitantes inconformes se oponen al funcionamiento de la infraestructura que ya está colocada, sin embargo dicen que no lo van a permitir.
La gente que se opone corresponde a localidades de Estancia de Bordos, Cuadrilla de En medio, Potrerillos y Santa Lucía.
Dicen que nunca fueron convocados para pedir su anuencia para poder instalarla y temen que pudiera acarrearles problemas de salud, por lo que no permitirán que entre en operación.
Debido a la situación, ayer domingo se presentaron en el lugar técnicos responsables de su instalación, quienes trataron de convencer a la gente con sus argumentos, pero finalmente no llegaron a ningún acuerdo.
“No queremos la instalación de una antena de telefonía en la comunidad, sabemos que nos puede ocasionar problemas de salud y hasta cáncer”, refirieron los manifestantes.
Durante la reunión convocada para que les explicaran la funcionalidad y que no representa algún riesgo, las personas dijeron que se han unido para no permitir que se ponga en funcionamiento.
Esta misma situación se ha registrado en otros puntos del municipio, donde tampoco la gente ha permitido que se instalen antes.