24 horas después de la tragedia, los damnificados regresaron a sus viviendas para hacer una evaluación de los daños y encontrarse con las millonarias pérdidas económicas que -en conjunto- sufrieron.
La zona se convirtió en un foco de infección con plagas de mosquitos y para muchos que estuvieron inmersos en las aguas contaminadas también es frecuente la irritación de piel posiblemente provocada por bacterias que había en las aguas.Las autoridades también se muestran exhaustas porque, desde el desbordamiento del río, los trabajos no han parado; a pesar de ello la ciudadanía es demandante y exige la inmediata presencia de los representantes de Infonavit para que se les haga válido la supuesta garantía de vivienda del que serán beneficiados.
Durante las primeras horas del día, en la poca recuperación de sus pertenencias, fue posible identificar a las autoridades del Sistema Municipal DIF que arribaron con camionetas repletas de insumos de limpieza, en tanto que trabajadores de Servicios Públicos concentraron sus actividades en la limpieza de áreas comunes.Sin embargo los afectados aseguran que no han recibido apoyo por parte de las autoridades y es que las pérdidas que sufrieron son muchas pues todo su mobiliario se estropeó.
Jalco Hirata es una de tantas historias que se viven en La Rueda, ella llegó hace 2 años, desde la Ciudad de México, para radicar en San Juan del Río debido a que su pensión ya no le permitía costear una renta accesible.
Sus rasgos son orientales; sin embargo, explica que es mexicana de padres japoneses. Es diseñadora de modas, pero para mantener ingresos realiza reparaciones de ropa.“Estoy sola, no tengo familiares y apenas me alcanza con mi pensión para pagar la renta, las autoridades dijeron que nos ayudarían, pero nadie ha venido para hacer la evaluación de los daños, casa por casa, como se comprometieron”.
Una de las principales inquietudes de los vecinos es regresar a si vida habitual, pero para concretarlo requieren limpiar sus domicilios, lo que representa tirar a la basura colchones, comedores, electrodomésticos y muebles afectados.
“Con nuestros celulares estamos documentando en video todas las afectaciones que tuvimos para demostrar todo lo que se perdió. El gobernador dijo que nos apoyaría con muebles, pero no podemos esperar a que lleguen los de Sedesoq para hacer la evaluación porque el olor a agua estancada y los moscos nos pueden traer problemas de salud”, explicó Guadalupe Mozo Canseco.Algunos de los vecinos que viven en la zona de edificios de La Rueda, requirieron la intervención de Protección Civil para que haga estudios sobre la infraestructura de los domicilios pues, durante la inundación y estando refugiados en la azotea, sintieron que el edificio tuvo un fuerte movimiento.