Dijo que inicialmente ingresó una llamada telefónica, en la que manifestaron que llegarían varias personas lesionadas por armas de fuego para su atención médica y sin embargo luego cambiaron la versión y amagaron con activar una bomba si no les entregaban 10 mil pesos, en lo que calificó como un acto de extorsión.
Esta situación, refirió el funcionario, ocasionó que el director del nosocomio estableciera el código de evacuación sin pánico y se dio parte a las autoridades.
“Se activó el código de evacuación sin pánico, se sacó a todos los derechohabientes, a los trabajadores, acudió inmediatamente la policía municipal y estatal, checaron pero fue una falta alarma, una puntada”, subrayó.
Sin embargo reflexionó que la delincuencia ya no está respetando ni los centros educativo, menos los centros de saludo y clínicas, en donde pueden ellos ser pacientes.
Luego de enfatizar que no ocurrió nada y que todo se debió a una falsa alarma, se dijo que la Policía federal habrá de brindar un curso a los trabajadores, sobre el manejo de este tipo de crisis y llamadas de extorsión.
“En total sacamos 31 personas de forma tranquila, no hubo pánico, se salieron y regresaron a su consulta una vez que llegaron los de seguridad y protección civil”.
Blanca Álvarez, enfatizó en que se trata del primer caso, que calificó de lamentable, al sostener que se entorpece la función de los médicos y crea preocupación.
“Quizá fue una puntada, pero aquí no podemos tomar nada como una puntada, primero la seguridad de los pacientes y después lo demás”.