Originario de la comunidad de San Miguel, Tolimán y en compañía de su sobrino de 10 años de edad, asegura que a lo largo de tres décadas su familia realiza este peregrinar con la finalidad de ponerse a los pies de la Virgen María, que año tras año los ha acompañado, mostrándoles su compasión y amor.
Narró que esta tradición fue inculcada por sus abuelos a sus padres, quienes hace tres años se fueron de la vida terrenal para estar en compañía de la Virgen, guiándolos y orientándolos, para continuar por un buen rumbo.
“Es algo que nos inculcó nuestro padre, se siente bien hermoso estar a los píes de la Virgen, por eso vamos, me fui desde muy chico, él falleció desde el 2014, fallecieron los dos, con 8 días de diferencia, pero como me gustó, seguiré viniendo”, aseveró con una sonrisa en su rostro.
Con una mirada de nostalgia dijo que eran tres hermanos los que continuaban trasladándose, sin embargo hace un año falleció, lo que genero gran tristeza en la familia, provocando depresión, que fue superada por la devoción y fe a la Virgen.
“Uno no puede descifrar esa emoción, se siente alegría al llegar, pero siempre nos ha gustado venir, el pueblo tiene 50 años haciendo esta peregrinación, vamos ha hacer nuestra”, manifestó.
Por su parte Jesús Izáis San Diego aseguró que a pesar de la muerte de su padre hace un año, le gusta acompañar a sus tíos en este caminar, ya que también continuará con la bella tradición que le han inculcado.
