Y es que el agua alcanzó hasta dos metros de altura, por lo que los automóviles y camionetas que se encontraban pagando pensión, quedaron completamente cubiertos de lodos y basura, estimando que las perdidas podrían ascender a por lo menos 4 millones de pesos.De acuerdo con la propietaria de un vehículo Mazda 3 de modelo reciente, la pérdida ya fue declarada total y podría ascender a por lo menos 250 mil pesos, ya que el agua, lodo y basura ingresó completamente al interior.
“Yo pagaba la pensión del estacionamiento, eran 100 pesos por semana, el sábado por la lluvias mi carro quedó atrapado, ayer no pudimos sacarlo, en este caso nuestra aseguradora nos apoya pero si estaría bien que nos den el deducible y que chequen porque el estacionamiento no cuenta con las medidas de seguridad”, afirmó.
Según versión de los propios afectados, el estacionamiento subterráneo no cuenta con el sistema hidráulico para que en este tipo de situaciones pudiera extraer el agua.
La afectada expresó que otros vecinos de la zona también perdieron sus unidades, ya que de igual manera pagaban la pensión, sin embargo no tenían seguro, por lo que esperarán a que el propietario del estacionamiento realice una declaración sobre los daños.
Otro afectado dijo que su familia tenía dos unidades siniestradas, también catalogadas como perdida total, por lo que manifestó que la aseguradora se hará cargo de los daños.
Apuntó que la situación climatológica fue la que ocasionó este tipo de situaciones, al referir que la contingencia tomó de sorpresa a la ciudadanía y a las autoridades.
“Es la primera vez que vamos a ingresar a ver las unidades, no se veían los autos hasta que empezaron a bombear el agua, el estacionamiento se encargo del bombeo, el municipio no se presentó, llamaron pero no vinieron, no sabemos las condiciones en las que están”, aseguró.
Hasta el momento los afectados no han tenido acercamiento con el propietario del estacionamiento, por lo que se encuentran en la incertidumbre de saber de qué manera va a responder sobre los daños causados a las unidades.
“Lamentaciones no hay, que nos sirva de experiencia para otras lamentaciones, no puedo yo ponerle el dedo a alguien, no queda más que resolverlo”, manifestó un afectado.
