La CONAGUA, ¿responsable de la catástrofe en San Juan del Río?

Martín García
Periodista
28 de Septiembre de 2017
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La corriente de acumuló durante los 26 kilómetros del trayecto de la Presa San Ildefonso, en Amealco, hasta la presa derivadora Constitución 1857.
La corriente de acumuló durante los 26 kilómetros del trayecto de la Presa San Ildefonso, en Amealco, hasta la presa derivadora Constitución 1857.

San Juan del Río, 28 Sep 2017.- La corriente de hasta 370 metros cúbicos por segundo que desbordaron el río San Juan la noche del martes pasado, se acumuló durante los 26 kilómetros del trayecto de la Presa San Ildefonso, en Amealco, hasta la presa derivadora Constitución 1857 (Lomo de Toro) y habría sido lo que causó la catástrofe en San Juan del Río.

El impresionante caudal se habría acumulado derivado de una fuerte tormenta que duró horas en la parte alta de San Juan del Río y el municipio de Amealco.

De acuerdo a investigaciones de Rotativo de Querétaro, la CONAGUA no cuenta con un sistema de monitoreo de afluentes en ese trayecto, por lo que cuando el presero se dio cuenta del incremento, solo alcanzó a emitir un mensaje de que la corriente que vertía la presa derivadora Lomo de Toro, ya había rebasado los 75 metros cúbicos por segundo.

Antes, el responsable del monitoreo y manejo de las aguas nacionales, que corren por el río San Juan, Oscar Reséndiz, habría comunicado a la Unidad Municipal de Protección Civil, que el desfogue de la presa sería de 23 metros cúbicos por segundo, que para nada implicaba activar los protocolos de emergencia.

Esto significa que no se liberó el agua de la Presa San Ildefonso, sino que el desbordamiento del río San Juan, se derivó de la acumulación de agua en el trayecto de los 26 kilómetros, donde no existe un sistema de monitoreo de la CONAGUA.


“Si la CONAGUA hubiera tenido un sistema de medición de afluencia del agua de lluvia que se registró en esa distancia, no hubiera habido una contingencia de tal magnitud, porque hubieran reportado de inmediato y se habría tenido el tiempo suficiente para desalojar a las familias y que resguardaran sus pertenencias”, dijo nuestra fuente.


De ahí y ante la responsabilidad de la CONAGUA sobre el manejo de las aguas nacionales (en este caso todas las que tiene que ver con presas y ríos), la dependencia federal o en su caso el presero de la derivadora Constitución 1857, serían los que tendrían que responder sobre los efectos debastadores que causó el desbordamiento del río San Juan, en más de 20 fraccionamientos y miles de viviendas.

Pero además y según la información obtenida, el aviso a las autoridades de protección Civil del municipio, se habría emitido cuando el agua ya estaba en la presa derivadora, lo que no dio tiempo suficiente para alertar a la población y que desalojaran las viviendas aledañas al río San Juan.
El río San Juan podría soportar sin ningún problema poco menos de 150 metros cúbicos por segundo, sin embargo la afluencia en su momento más álgido alcanzó hasta 370 metros cúbicos por segundo. Esto habría sido reportado mucho después por la propia CONAGUA.

Los responsables de la CONAGUA dieron avisó a las autoridades a las 20:30 horas que el desfogue de la presa era de 22 metros cúbicos, 10 minutos después la policía de tránsito municipal ya estaba cerrando las vialidades de los puentes de El Barrio de La Cruz, Paseo de Los Abuelos, Paso Ancho y Puente de Fierro, entre otras vialidades.

El reporte de cierre de las vialidades llegó a las 21:00 horas a los medios de comunicación, cuando algunos ciudadanos empezaron a percibir el incremento del afluente en el río San Juan, pero para entonces ya había presencia de patrullas de tránsito y recorrido de las unidades de Protección Civil en dichas vialidades.

La alerta se emitió a algunos fraccionamientos como La Rueda, a quienes se les solicitó que salieran a la parte alta de la comunidad, sin embargo los propios afectados entrevistados al día siguiente, reconocieron que recibieron la notificación de la policía pero optaron por hacer caso omiso, para no dejar solas sus viviendas.

Después de las 21:00 horas el agua ya había inundado el puente del barrio de La Cruz, Paseo de los Abuelos y a las 22:00 la gente empezó a darse cuenta que el agua había llegado a sus domicilio, sin embargo en la medida que pasaban los minutos la afluencia se incrementaba hasta inundar por completo las viviendas.

De ahí que si la CONAGUA hubiera tenido la infraestructura para monitorear durante el trayecto de los 26 kilómetros de distancia, desde la presa San Ildefonso, hasta la derivadora Constitución 1857, la catástrofe, por lo menos en cuanto a daños materiales y damnificados se refiere, hubiera podido evitarse.