Conmemorando el Día Mundial contra la Prevención del Suicidio, los doctores Karen Castro Sifuentes y Brandon Vidal Vega, señalaron que generalmente el pensamiento suicida conlleva a amenazas verbales y no verbales, así como una conducta desesperada, principalmente de jóvenes de 20 a 30 años de edad.
“La mayoría de las personas que generan estas conductas suicidas van desde los 20 a 30 años de edad y son por muchos factores, los cuales pueden ser por problemas económicos, sociales e incluso atrapados en alguna adicción”, externó Vidal Vega.
Dijo que los mecanismos para la detección o alerta de una persona que pudiera ser suicida, se basa en patrones anormales de sueño, pierden el interés en muchas actividades en las que participan, así como evitan el contacto con las demás personas.
Señaló que en el tema de un plan suicida, se expresa de varias formas, incrementando el uso del alcohol y drogas, así como mostrar ansiedad y agitación, amenazas de matar o dañar a terceras personas, que implica un riesgo innecesario.
De igual forma, la doctora Castro Sifuentes expresó que se brinda atención psicológica principalmente a los familiares y el entorno social en que la persona interactúa, para resolución de conflictos o problemas.
“Sabemos que la persona con esta mentalidad suicida puede atenderse de muchas maneras, incluso la interacción con los familiares y su entorno social, generando confianza en ellos mismos; lo que queremos con estos talleres es en la detección oportuna en base a una integración social”, concluyó.