San Juan del Río, 27 Septiembre 2021.- Las inundaciones en diversos municipios de Querétaro pueden volverse más frecuentes debido al desorden urbano, el consumo de recursos y la carencia de programas para la captación de aguas pluviales y residuales, puntualizó la académica y activista ambiental América Vizcaíno Sahagún.
La académica aseguró que lo ocurrido en uno de los municipios más urbanizados del estado como San Juan del Río evidencia los riesgos de una urbanización cercana a cuerpos de agua que durante un mal temporal pueden consumir las zonas aledañas, además de que la infraestructura pluvial no desfoga las corrientes de manera correcta.
‘Está clara la relación entre la urbanización de las zonas con gran valor ambiental o con vegetación ambiental y los volúmenes de agua que escurren hacia las ciudades, mientras menos cobertura vegetal tengas, mayores volúmenes de agua van a llegar a las zonas urbanas’, apuntó.
La investigadora precisó que el suelo naturalmente captura y retiene los líquidos, los cuales terminan vertiéndose en los mantos acuíferos que retienen el agua y reducen la cantidad de escurrimientos hacia las partes habitadas, las cuales no soportan esa capacidad y ponen en riesgo a la población.
Si bien en la capital no se presentaron inundaciones, Vizcaíno recalcó que los sistemas de drenaje recienten cada vez más el bajo mantenimiento y capacidad para filtrar el agua lo que puede desembocar en altos riesgos de desastre para los habitantes, especialmente de las partes bajas en el valle.
Expuso la necesidad de un nuevo programa de captación de aguas pluviales, no para mezclarlas con aguas residuales en un drenaje, sino para aprovecharlas con distintos fines que requiera la ciudad como riego o abasto de servicios en zonas que puedan sufrir escasez.
‘El drenaje ya no tiene la capacidad de captar el agua, es un sistema muy reducido, además quitando las áreas naturales que amortiguan las lluvias provocas que más líquido llegue a las partes más vulnerables’, acotó.
Del mismo modo, advirtió que la ocupación de cuerpos de agua como bordos, ríos o presas reduce su propia capacidad de absorción, lo que naturalmente provoca los desbordamientos o la aparición de nuevos cuerpos de agua en poblaciones habitadas que en algún momento no podrán desfogarse.