En todo este tiempo, pocas situaciones amenazaron la insistencia de los mexicanos en festejar esta fecha, pero con la llegada de la contingencia por el COVID-19, las cosas han cambiado.
El aislamiento obligatorio, la situación de mayor riesgo que representa esta pandemia para los adultos mayores y la falta de actividad económica, son obstáculos considerables para hacer una celebración como antes se vivían.
Sin embargo, la principal enseñanza que nos brindan las madres, coincide con la voluntad de los mexicanos de salir adelante y superar esta contingencia sanitaria.
Porque no hay que olvidar que al salir de la pandemia, y reactivar la vida cotidiana, nuestra visión de la vida y de la vida de quienes nos rodean deben ser diferente, para valorar y aprovechar cada instante.
Es un buen momento para reflexionar las circunstancias en que celebrarán más de 30 millones de mujeres que son madres de familia, y por encima de ello, modificar la manera en que demostramos el amor a nuestras mamás.
Era una gran costumbre regalar electrodomésticos o pedir que ella preparara la comida de la celebración; gracias a la pandemia, tendremos el tiempo suficiente para regalar acciones de afecto y aprender a cocinar para impresionar y estar juntos aunque sea solo por un momento.
Antes, las familias mexicanas se congregaban en casa de la jefa de familia; hoy, la contingencia nos recuerda desde la distancia, la importancia y lo invaluable de un abrazo de quien te dio la vida.
Hace seis meses pensábamos en llevar a nuestra madre a un pueblo mágico, a algún restaurante o llevarle flores; hoy no queremos que ninguna persona extraña ponga en peligro la vida de esa mujer que nos dio la vida.
Hoy en día, las madres solteras con jornadas del hogar y laborales, se han convertido en todo, viven en la incertidumbre por la falta de empleo y la necesidad de apoyos; qué mejor que la solidaridad les lleve alivio.
