El encargado de ecología comentó esta mañana, que la nueva etapa para la rehabilitación del árbol, consiste en una poda para bajar el producto maderable, y lograr inyectar un activador biológico que promueva el nacimiento de brotes.
Con esta acción se estima que el árbol pueda recuperarse, aunque no con la frondosidad original del ejemplar, aclaró el funcionario.
“La posibilidad real de recuperarlo es 50-50, hay un riesgo de que el árbol no vuelva a vivir, están vivas las raíces, no se han detectado plagas, es un árbol grande, y al igual que los seres humanos, los procesos se van alentando”, subrayó.
Recordar que el proyecto de recuperación para dicho árbol debilitado, es el trabajo coordinado de la Dirección de Ecología Municipal y Alejandro Olvera, especialista en el área.
La metodología que hasta el momento se ha utilizado para lograr el rescate del Laurel se ha dividido en dos fases:
La primera, fue descubrir la superficie de la base para lograr hidratarlo de mejor forma, por lo que el procedimiento se realiza tres veces por semana, lo que ha contribuido a mantener las raíces vivas.
La segunda, implica inyectarle microorganismos para mantenerlo con vida y lograr preservar la microbiota, además de que se le han suministrado minerales para favorecer el proceso.
La poda está programada para el siguiente viernes 10 de julio, donde se estima retirar toda la parte alta de ramas secas, por lo que los resultados podrán ser visibles en aproximadamente un año.
El árbol con valor simbólico para los habitantes de San Juan del Río, es un ejemplar grande de aproximadamente 100 años de edad, por lo que se espera que el tratamiento resulte con éxito para poder replicarlo con otros ejemplares de los cuales se tiene conocimiento que empiezan a presentar los mismos síntomas.
